Después de la victoria 1-0 ante Estados Unidos, lo que le significó a la celeste ser el primero del grupo, pero además el mejor de los 16 seleccionados que jugaron esta fase de grupos, Uruguay tuvo una jornada de descanso para quienes actuaron más de 45 minutos en el partido ante los estadounidenses, quienes realizaron ejercicios regenerativos en la mañana en el mismo hotel, mientras que los que no tuvieron actividad o lo hicieron por pocos minutos entrenaron en campo a la tarde, antes de tomar el vuelo chárter que los condujo a la costa oeste, al estado de Nevada, a Las Vegas en donde el sábado a las 18.00 horas locales, con una temperatura exterior que superará los 40 grados (el estadio es cerrado y climatizado), jugará su partido de cuartos de final. Entre los que no salieron del hotel estaban los 11 titulares y Cristian Quique Olivera, que jugó casi 70 minutos.
Uruguay se aloja ahora en el Westin Hotel a paso de The Strip (la franja), esa avenida llena de hoteles, casinos y carteles luminosos que representan las imágenes de Las Vegas, aunque, también en este caso, está en Paradise, al sur de la ciudad.
El partido contra el clima
El problema es que ya a partir de este miércoles -hay que estar en las ciudades de juego cuatro días antes del partido- será con entrenamientos a la intemperie, dado que por más que La Estrella de la muerte, el modernísimo Allegiant Stadium estrenado hace menos de cuatro años, es cerrado y climatizado, no sucede lo mismo con el resto de campos de entrenamiento, por lo que seguramente los movimientos deberán ser nocturnos o extremadamente temprano en la mañana, cuestión que alteraría por completo el descanso de los futbolistas previo a la competencia.
Relativo al estado físico de los jugadores luego del durísimo partido con los norteamericanos, y la secuencia de tres juegos y tantos viajes en ocho días, todo indica que a pesar de contusiones y algunas molestias musculares, la enorme mayoría de los futbolistas estará a disposición de Marcelo Bielsa, ya habilitado para volver a dirigir al lado de la cancha (el otro día ni siquiera fue al estadio y se quedó en el hotel para evitar cualquier situación que generara dudas). Sólo resta por resolver la evolución normal y sin apuros de Maximiliano Araújo, que en Kansas debió salir del estadio rumbo a una clínica donde le hicieron análisis de imagenología tras su conmoción cerebral en medio del juego por lo que debió abandonar la cancha. Los estudios no mostraron lesión alguna, por lo que habrá que ver cómo evoluciona el zurdo que ha sido titular en los tres partidos.
Si hasta ahora, incluso casi clasificados, Marcelo Bielsa ha repetido en los tres encuentros a diez de los 11 titulares, y en los dos últimos ya con Nicolás de la Cruz en la titularidad y Giorgian de Arrascaeta de reserva en el banco, repitió a los 11, es muy posible pensar que para el trascendente partido del sábado el equipo será muy similar al que jugó los tres partidos anteriores.
Pablo Quiroga, uno de los asistentes de Bielsa que dirigió a la selección contra Estados Unidos, habló sobre la poca rotación del plantel y el tema parece claro para el cuerpo técnico: “Los vemos bien a todos, también a los que no están jugando tanto. Hemos hecho una gran preparación y la acumulación de partidos, que son cada cuatro días, más allá del desgaste natural que produce, es importante para consolidar la idea que queremos [...] Veremos cómo está el clima el día del partido. Desde lo físico somos un equipo fuerte que puede tolerar ese tipo de circunstancias. El calor, si lo hay, afectará a los dos equipos. No me parece que sea un factor que nos condicione”.