Durante los últimos años, la información en torno a las criptomonedas se multiplicó a nivel global. Hace una década era un fenómeno imperceptible, pasó a ser un tema de nicho allá por el año 2017, y finalmente se convirtió en un asunto masivo en los últimos dos años. Para bien y para mal, su popularidad estalló rápidamente.
Es probable que cualquier lector, interesado o no por estos temas, seguidor o no de este espacio, haya escuchado hablar del bitcoin, del blockchain o de las criptos en general, aunque quizás no sepa precisar su significado ni la razón detrás de tanto alboroto. Sin embargo, todavía son pocos los estudios específicos que han analizado cuál es el grado de conocimiento y difusión que existe en nuestro país sobre este ecosistema.
Es por ello que resulta interesante el último relevamiento realizado por la Usina de Percepción Ciudadana1 que, a partir de una muestra de 400 personas representativa de la población nacional mayor de 18 años, indagó sobre el nivel de conocimiento e involucramiento que tienen los uruguayos en torno al universo cripto.
El primer dato que vale la pena subrayar es que el 28% de los uruguayos conocen a alguien que posee criptomonedas. Es importante destacar que lo anterior no implica necesariamente que el 28% de las personas tenga criptomonedas efectivamente, pero es un indicador interesante para captar la dimensión de la penetración que ha tenido este fenómeno en nuestro país.
Otro resultado interesante que se desprende del relevamiento refiere a la ausencia de cambios significativos en el nivel de conocimiento cuando se descompone la muestra según estratos socioeconómicos. Dentro del segmento de menores ingresos, 36% de las personas consultadas indica contar con conocimiento alto o medio alto acerca de este fenómeno. En el otro extremo de la distribución esa proporción asciende al 39%, una diferencia poco significativa. En otras palabras, el interés sobre este tema atraviesa transversalmente a todos los estratos socioeconómicos.
Por el contrario, las diferencias son grandes cuando se distingue a la población según género: entre los hombres, 13% se considera “nada informado” sobre el asunto, un guarismo que salta al 35% en el caso de las mujeres. También existen diferencias importantes entre las personas que se consideran “muy informadas”, lo que serían los denominados early adopters o heavy users (usuarios primarios y asiduos de nuevas tecnologías). Concretamente, mientras que entre los hombres 6% considera que está “muy informado” sobre el fenómeno, solo 1% de las mujeres se identificó de esta manera.
Es relevante contar con estudios adicionales que aborden esta temática desde una perspectiva cualitativa y cuantitativa, dado que en nuestro país existen dos proyectos de ley presentados ante el parlamento para abordar los desafíos regulatorios, uno a iniciativa del Partido Nacional y otro a instancia del Partido Colorado. También, en la misma línea, existe un anteproyecto de ley elaborado por el Banco Central del Uruguay que fue enviado al Ministerio de Economía y Finanzas a comienzos del mes de mayo.
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Ficha técnica: el estudio fue elaborado entre el 27 de mayo y el 2 de junio de 2022. Muestra de 400 personas, representativa de la población nacional mayor de 18 años. La elección de las personas fue definida según género y estratos de edad, utilizando proyecciones de población del Instituto Nacional de Estadística. Las respuestas son recogidas mediante protocolos automatizados de pregunta y respuesta vía WhatsApp y monitoreadas mediante llamadas telefónicas. ↩