Crónicas del mundo cripto: dinero viejo, dinero nuevo

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BlackRock no es cualquier fondo de inversión. La empresa tiene una valorización de mercado superior a los 100 billones de dólares y maneja más de 8 trillones de dólares en fondos de clientes. Tiene, además, cerca de 18.700 empleados. En efecto, es considerada la empresa más grande del mundo en la industria de la gestión de activos, siendo la que maneja el dinero de los inversores institucionales más poderosos del mundo.¹

Por otra parte, Coinbase es uno de los principales exchanges cripto a nivel global,² con una valorización de mercado superior a los 20 billones de dólares. Esta empresa, que permite comprar y operar con criptomonedas en diferentes países, se asoció justamente con BlackRock para permitirle a sus clientes un acceso fluido e instantáneo al mercado de las criptomonedas. Instrumentalmente, la asociación se hará a través de Coinbase Prime, una iniciativa lanzada por la compañía el año pasado como forma de ofrecer a las instituciones la capacidad de negociar 200 criptoactivos y de custodiar más de 300.

En un principio, la integración se centrará en ofrecer acceso a Bitcoin a los clientes institucionales. Sin embargo, BlackRock y Coinbase pretenden ampliar su oferta a otros clientes en el futuro. “Los clientes institucionales de BlackRock están cada vez más interesados en obtener exposición a los mercados de activos digitales”, señaló la empresa en un comunicado.

El paso de la gestora de activos hacia el mundo de las criptomonedas se produce luego de que BlackRock lanzara un ETF de blockchain en abril,³ y de que su CEO y fundador, Larry Fink, sugiriera que la guerra en Ucrania podría acelerar la adopción de la moneda digital. De esta manera, el dinero viejo se mezcla y aprende del dinero nuevo, buscando alternativas para generar retornos en un mundo que se complejiza.