Junto al sociólogo y ex subsecretario de Educación y Cultura Fernando Filgueira, Renato Opertti es uno de los referentes académicos de la organización Eduy21, que aboga por generar un proceso de cambio “para avanzar de forma integral, sostenible, [y generar un cambio] profundo, realizable y progresivo” en la educación uruguaya. Opertti, también sociólogo, ha trabajado en los últimos años en las oficinas de UNESCO en Suiza, pero este año se instalará en Uruguay y hace pocos días asumió como nuevo secretario ejecutivo de Eduy21, organización que en 2018 presentó su Libro abierto de propuestas para el cambio educativo. En diálogo con la diaria, Opertti adelantó que en 2019 apuntarán a difundir su propuesta principalmente entre los docentes y que estarán abiertos a seguir recibiendo aportes para hacerla más aplicable. Además, informó que se continuará el diálogo con el sistema político, que hasta ahora “ha sido muy fluido”, ya que Eduy21 se propone ser un espacio transversal a los partidos y no tiene “un color político” en particular. Hasta el momento, Opertti destacó que han tenido buena receptividad en referentes de todos los partidos.
En esa misma línea de trabajo, en 2019 la organización convocará a los diferentes partidos políticos y sus precandidatos para volver a compartir sus propuestas, esta vez haciendo foco en “instrumentos para la gestión del cambio”, de forma de que puedan comenzar a implementarse en 2020. Opertti adelantó que entre esas herramientas se incluirá una nueva ley de educación que incluya una “renovada institucionalidad” del sistema para darle un marco más “ágil y cohesivo”, además de la integración de las dos áreas de la educación media –la secundaria y la técnica–, para que sea concebida en forma integral. A nivel de la gestión de la ANEP, Eduy 21 propondrá un “aggiornamiento”, para evitar la actual superposición de roles y responsabilidades compartimentadas, diagnosticó Opertti.
La organización planteará a los partidos la necesidad de un “nuevo modelo de centro educativo” que lo dote de mayor autonomía para que cada centro pueda apropiarse de mejor forma de la propuesta de cambio. Otra de las herramientas que se trasladará a los partidos políticos es la reforma del estatuto docente de la ANEP, de forma que permita que haya más estabilidad, trabajo coordinado, más disponibilidad a salir fuera del aula y que la antigüedad no sea el principal motivo de avance en la carrera de los educadores, sino que haya incentivos para que se profesionalicen a partir de la formación. En suma, Eduy 21 planteará la creación de un “sistema de evaluación de aprendizajes” entre los tres y los 18 años, para tener información que permita intervenir cuando haya déficits, además de un sistema de formación docente en el que las ofertas tengan criterios y objetivos unitarios y que estén alineadas con los cambios en el resto del sistema. Según detalló el sociólogo, el sistema comprendería tanto a instituciones privadas como públicas, que deberían coordinar entre sí con una fuerte supervisión y coordinación del Estado.
En Eduy 21 son conscientes de que las propuestas que plantean implican una mayor inversión en educación, por lo que proponen “combinar presupuesto y gestión”. Opertti manifestó que entienden que una inversión adicional de 1% del Producto Interno Bruto (PIB) en educación serviría como “piso” para que se pueda ir avanzando en los cambios “de manera progresiva”.
La organización planteará esta batería de propuestas a los partidos y aspira a que en la segunda mitad del año, ya con los candidatos a la presidencia definidos, se pueda acordar con ellos sobre la aplicación de las herramientas. De esa forma, se espera que las propuestas sean “una base fundamental” para el Parlamento y el gobierno electos.
De cara a 2020, Opertti manifestó que en Eduy21 están “abiertos a participar en procesos de cambio”, siempre que se mantenga su carácter “integral, profundo, sostenible y progresivo”. Analizó que en Uruguay están planteados “dos grandes enfoques sobre propuestas de cambio”. Según fundamentó, uno de ellos plantea que los cambios deben hacerse “por partes”, ya que el sistema no soportaría un cambio más global, modelo que para Opertti ha primado en el país desde el retorno de la democracia. La otra mirada, a la que adhiere Eduy21, sostiene que “hay que generar un cambio más integral-progresivo” y que, por ejemplo, no se puede cambiar la educación media sin cambios en primaria y formación docente. Según Opertti, “no hay evidencia” de que los países que cambien por partes logren cambios profundos, mientras que sí hay ejemplos de reformas integrales que consiguen transformaciones relevantes. A partir de las conversaciones con referentes de los partidos políticos uruguayos, el sociólogo dijo tener la impresión de que de cara al futuro hay una preferencia por un modelo más integral-progresivo.