“Es un logro”, “una gran alegría”, “una tranquilidad”. Así definieron varias auxiliares de servicio su regularización como funcionarias públicas del Consejo de Educación Inicial y Primaria (CEIP). Hasta ahora habían sido trabajadoras dependientes de la comisión de fomento de cada escuela. En 2018 se regularizó la situación de 656 personas y quedó para este año un restante de 275 mujeres de todo el país –44 de ellas de Montevideo–, que firmaron su contrato ayer en la sede de Primaria de Ciudad Vieja. Desde el CEIP informaron que queda un remanente de 25 casos, que están en estudio en cada departamento y se solucionarán en el correr del año. Esta regularización ha sido una reivindicación de la Federación Uruguaya de Magisterio-Trabajadores de Educación Primaria (FUM-TEP) “desde hace 15 años; por eso decimos que fue una larga lucha”, puntualizó su secretaria general, Elbia Pereira, en diálogo con la diaria.
Para Irupé Buzzetti, directora general del CEIP, la firma de ayer pone en igualdad de condiciones a estas auxiliares respecto del resto de los funcionarios presupuestados, ya que hasta 2017, al estar contratadas por las comisiones de fomento de las escuelas, eran los directores y el presidente de la comisión quienes debían crear una empresa para contratar a la persona y se les pagaba con una partida de dinero que enviaba el CEIP. Además de esta diferencia, que implicaba una distinción en lo económico, las auxiliares no presupuestadas llegaban a ganar hasta 5.000 pesos menos y en diciembre la mayoría iban a seguro de paro hasta volver a ser contratadas en marzo.
“Estas personas no entraron porque sí: es gente que venía trabajando con nosotros como mínimo desde hace tres años, tienen una buena aptitud física –es decir, no tienen tareas disminuidas–, buena asistencia y calificación alta. Todo ese estudio lo hizo cada departamento. Es gente que merecía esto”, enfatizó Buzzetti. También destacó la importancia del trabajo de estas auxiliares: “La auxiliar de servicio en la escuela es fundamental. Siempre se habla de la relación maestro-niño, pero la relación con la auxiliar también es importante: es una persona que dedica su tiempo, que pertenece a la comunidad y a quien además los niños quieren”. Ese es, por ejemplo, el caso de Vanessa, que empezó a acercarse como mamá, después por medio de la comisión de fomento y luego como auxiliar de servicio: “Personalmente no me lo imaginaba, no pensaba que iba a terminar como funcionaria. Estoy muy bien en la escuela y hay un muy fuerte compromiso”.
Cada una de las nuevas funcionarias presentó una lista de requisitos, como la ciudadanía natural o el certificado de haber culminado primaria. De todos los ítems, el más destacable es que cada una tuvo que tener a favor un informe de los directores de las escuelas para incorporarse al CEIP.
Además de las auxiliares de limpieza contratadas directamente por el CEIP, quedan algunas escuelas que tienen este servicio tercerizado y otras que se manejan con cooperativas sociales: “Primaria tiene hoy 26 cooperativas sociales a nivel país. Lo que hacemos es girar el dinero al Mides [Ministerio de Desarrollo Social] y ellos ayudan a que cada cooperativa funcione. Es un trabajo excelente. No se nos cayó ninguna. Empezamos con esto en 2011, fuimos de a poquito y en 2015 nos propusimos ir aumentando. Estas auxiliares trabajan en un departamento y la inspectora decide a qué parte las mandan. Es un muy buen camino a seguir”, afirmó Buzzetti.
Aún quedan algunas escuelas en las que la situación de la limpieza no está solucionada. “Lo que queda son algunas, por lo general rurales. Generalmente los inspectores van viendo de optimizar los recursos, si hay pocas gente o pocos niños, y en esos casos por lo general se encarga alguna mamá que va a ayudar, y está bueno que no lo haga gratis”. En este sentido, Pereira comentó que hay “más de 100 escuelas que no tienen auxiliar de ninguna naturaleza, por lo que es una demanda muy sentida desde las escuelas”. Agregó que cuando no hay un auxiliar disponible ese trabajo lo hace el maestro, “que higieniza los locales, cocina y limpia, y eso perjudica directamente a los niños, porque son horas lectivas que no reciben”.
Por otra parte, la representante sindical señaló que “hay varias escuelas donde al auxiliar de limpieza lo contrata la comisión de fomento, que realiza distintas acciones sociales para obtener ese dinero y pagarle”. “A diferencia de los casos que se regularizaron, no reciben ninguna partida de Primaria”, explicó. Estimó que en esta situación hay unas 200 escuelas. Destacó que, de cara a la próxima Rendición de Cuentas, la FUM-TEP también pedirá la incorporación de estas funcionarias, porque “es una necesidad muy sentida y, más allá de lo que signifique para el trabajador –que es su estabilidad laboral–, para la escuela significa tener a alguien que la ponga en las condiciones adecuadas para los niños. Al sindicato lo van a tener al firme con esto”.