Rivera era uno de los departamentos sin casos de covid 19 hasta el jueves cuando se confirmó el primer caso autóctono en el departamento. Esta situación provocó que automáticamente se disparara el protocolo de acción elaborado por el Sistema Nacional de Emergencia y las autoridades de la educación. Los docentes que vayan a la escuela rural desde una ciudad o poblado con circulación del virus deberán antes hacerse un hisopado y esperar el resultado negativo. Por lo tanto, 44 de las 60 escuelas rurales habilitadas de Rivera permanecerán cerradas mientras los docentes se testean.
Esta situación se repitió en Treinta y Tres hace dos semanas, cuando a cuatro obreros brasileños que trabajan en la zona se les detectó el virus. Según informó a la diaria Limber Santos, director de Educación Rural del Consejo de Educación Inicial y Primaria, las docentes de ese departamento aún esperan el resultado de análisis para poder retomar las actividades presenciales. El hisopado está a cargo de la Administración del los Servicios de Salud del Estado, que debe convocar a los docentes para realizarles la prueba y luego comunicarle el resultado.
El test de covid 19 se realiza una única vez a los docentes, antes de la apertura de las escuelas; luego no se vuelven a analizar, a menos que presenten síntomas y concurran a su prestador de salud.
En estas tres semanas de reapertura de las escuelas el promedio de asistencia rondó el 35%; según Santos esta baja convocatoria se explica sobre todo por una decisión de los padres de no exponer a sus hijos, sobre todo en localidades donde deben viajar en ómnibus. El miércoles 6 comenzaron las clases presenciales 29 de las 35 escuelas que componían la última etapa de reapertura. Son escuelas con muchos alumnos, por lo que quedó a criterio de la dirección y la inspección cómo se dividen los estudiantes para cumplir con el distanciamiento físico que demanda el protocolo.