Llevará un tiempo dejar de llamar Facultad de Veterinaria (FVET) al enorme predio ubicado en la intersección de Alberto Lasplaces y José Leguizamón, en el barrio Buceo de Montevideo. Después de más de 100 años, uno de los servicios más antiguos de la Universidad de la República (Udelar) concretó un proyecto de mudanza del que se hablaba al menos desde hace 30 años.
Según explicó a la diaria Gastón Cossia, veterinario, actual director ejecutivo del Instituto de Bienestar Animal y exdirigente de la Asociación de Estudiantes de Veterinaria, a inicios de la década del 90 del siglo pasado, profesores de la facultad como Raúl Casas Olascoaga y Félix Rosemberg diseñaron los primeros bocetos de un nuevo edificio, a partir de que el entonces decano Roberto Scarsi consiguiera un predio de 39 hectáreas en el kilómetro 18 de la Ruta 8, en la zona de Villa García, que fue donado por el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca a cargo de Álvaro Ramos, en ese momento en el Partido Nacional.
El día elegido para la inauguración coincide con el Día del Veterinario en Uruguay: cada 23 de noviembre se conmemora que en 1903 se establecieron formalmente los estudios veterinarios en el país. En palabras del decano de la FVET, José Piaggio, el predio inaugurado este martes representa un “sueño cumplido” para la institución y en particular para Scarsi. En el acto de inauguración, el jerarca destacó que se trató de un proceso largo que involucró a distintos gobiernos nacionales, rectorados de la Udelar y decanos de la FVET. Además, destacó la necesidad de que el servicio que dirige se proponga nuevas metas para las que será clave el desarrollo edilicio y tecnológico del nuevo local. Por ejemplo, mencionó que ahora se cuenta con un nuevo tomógrafo, que es “único en el país” y está a disposición de la comunidad veterinaria.
El rector de la Udelar, Rodrigo Arim, destacó la importancia del Plan de Obras de Mediano y Largo Plazo (POMLP) de la institución, creado durante el rectorado de Rodrigo Arocena, al que valoró como una herramienta de planificación y proyección para la institución. El POMLP se actualiza cada cinco años con participación de los actores que forman parte del cogobierno de la institución, en función de los recursos para la institución que son votados por el Parlamento. Además, al igual que Piaggio, Arim valoró el papel de quien lo antecedió en el rectorado, Roberto Markarian, principalmente para acelerar el proceso de construcción del edificio, que fue priorizado por la Udelar durante su gestión.
Acuerdos necesarios
Cossia recordó el muy buen vínculo de Markarian con Scarsi y que, cuando en 2014 llegó al rectorado, los votos de la Corriente Gremial Universitaria fueron definitorios para su elección en la Asamblea General del Claustro. Al respecto, valoró que el proyecto pudo concretarse gracias a que Markarian lo incluyó en su plataforma de gobierno y que, en su momento, propuso al Consejo Directivo Central (CDC) de la Udelar destinar recursos percibidos mediante el Fondo de Solidaridad para acelerar los plazos de construcción, lo que fue clave para “cumplir con su palabra”. Para Cossia, el acuerdo logrado es “una de las cosas lindas de la política”, que tuvo como protagonistas a actores que se ubican en distintos lados del espectro ideológico, pero que estuvieron de acuerdo en que el predio era necesario.
En diálogo con la diaria, Markarian señaló que los 20.000 metros cuadrados de construcción de la nueva FVET son “maravillosos”. En particular, recordó que cuando en la Udelar se discutía sobre cómo financiar la obra, una de las opciones que se manejaron fue la creación de un fideicomiso con el terreno de Buceo. En aquel momento, planteó su convicción de que debía financiarse con recursos universitarios, ya que la discusión sobre cómo vender el terreno podía llevar mucho tiempo. Según recordó, “costó” que el CDC tomara esa resolución, pero finalmente “salió bien” y ahora la nueva sede central de la facultad es una realidad.
El viejo local
Según explicó Piaggio en la sesión especial del CDC que tuvo lugar este martes en el nuevo edificio, el histórico local de la FVET fue construido en 1912 “a imagen y semejanza” de la Universidad de Alfort de París, que en ese momento era de referencia mundial. El decano señaló que la construcción de ese edificio representó una apuesta del país por la disciplina, que daba sus primeros pasos dentro de la educación formal. La mudanza al nuevo predio se hizo en etapas: comenzó hace dos meses y finalizó 15 días atrás. Según supo la diaria, la Udelar tiene previsto vender el predio de Buceo, pero lo hará en la medida en que reciba ofertas acordes a su valor inmobiliario y no tiene apuro. Por eso y para que el lugar no se deteriore, mientras tanto mudará oficinas centrales al viejo local de Veterinaria y, de esa forma, se ahorrará recursos que actualmente destina a alquileres para el funcionamiento de esas oficinas.
En la misma línea, Alejandro Bielli, docente de la FVET e integrante de la Asociación de Docentes de la Udelar, señaló que Markarian fue clave para la obra, pero también mencionó la importancia de los incrementos presupuestales que recibió la institución entre 2005 y 2020. Según dijo a la diaria, el incremento que recibió la Udelar durante esos tres períodos de gobierno permitió que el POMLP pudiera contemplar la obra, además de otras como la de los edificios para el Área Salud en el Parque Batlle o, más atrás en el tiempo, el edificio propio de la Facultad de Información y Comunicación.
Mejoras y desafíos
Alex Denis es uno de los 4.000 estudiantes activos de la facultad. Está cursando el último año de la carrera de Veterinaria y actualmente realiza dos prácticas: una de pequeños animales y otra en la clínica de equinos. Además, está trabajando en un proyecto de investigación gracias al apoyo de la Comisión de Investigación y Desarrollo Científico de la facultad. Según contó a la diaria, el cambio de infraestructura se sintió principalmente en sus tareas de investigación, ya que las oficinas para trabajar son más grandes y están “mucho más cómodos”. En el caso de las tareas de clínica, indicó que reciben muestras de distintas veterinarias de la ciudad, pero esperaban recibir menos a causa de la ubicación del nuevo edificio. Sin embargo, dijo que eso no ocurrió gracias a un servicio de cadetería que surgió para realizar los traslados.
Por su parte, Bielli considera que se trata de “un cambio extremadamente positivo”, tanto para la FVET y la Udelar como para la profesión veterinaria. En particular, destacó las mejores condiciones edilicias, que repercutirán en una mejora de las condiciones laborales de docentes y funcionarios técnicos, administrativos y de servicios. Para ilustrarlo, dijo que en el local de Buceo trabajaba en una oficina que tenía goteras cuando llovía, algo que no le ocurre en el nuevo local, donde también trabaja con mayor espacio.
El docente mencionó que el traslado también trae desafíos para la facultad. Si bien dijo que espera que esto no ocurra, como ejemplo mencionó que hasta que no se mejoren las frecuencias de transporte o se construyan viviendas para estudiantes, como está proyectado que ocurra más adelante, se corre el riesgo de que se den dificultades de acceso al predio. En ese sentido, dijo que la distancia podría incidir en un mayor “elitismo” en la composición del estudiantado. “Espero que no ocurra, pero entiendo que no es lo mismo ir a estudiar a una facultad que quedaba en el límite entre Pocitos y Buceo que venirse hasta Manga”, indicó.
En la ceremonia de apertura, la docente Claudia Borlido hizo mención a cuestiones similares. Dijo que, además de celebrar, es momento de trabajar para la concreción de un presupuesto para la facultad que permita el correcto funcionamiento del edificio, que se ubica en una zona que en los últimos años sufrió importantes transformaciones, ya que se ubica próxima a Zonamérica y al estadio Campeón del Siglo. En ese sentido, afirmó que la FVET espera contribuir a dicho desarrollo y valoró el esfuerzo de la sociedad uruguaya para que la obra pueda concretarse. No obstante, ante la atenta mirada de la intendenta de Montevideo, Carolina Cosse, Borlido reclamó que se mejore la movilidad y la accesibilidad, “ampliando las posibilidades de transporte desde distintos lugares de la ciudad”. Además, dijo que es necesario que se concrete la creación de una sala de cuidados para la primera infancia para trabajadores y estudiantes.
Una sola salud
Además de contar con la presencia de los ministros de Ganadería, Agricultura y Pesca, Educación y Cultura, Salud y Defensa Nacional, la ceremonia fue encabezada por el presidente de la República, Luis Lacalle Pou. Antes de cortar la cinta junto a Piaggio, Arim y Cosse, el mandatario cerró la oratoria y planteó que con la fuerte introducción de herramientas virtuales la educación está viviendo un “cambio de época”. Si bien dijo que hay aspectos de la formación ‒como el trabajo con animales‒ que la virtualidad no puede suplir, mencionó que es hacia donde va el mundo, por lo que “la educación a distancia tiene que estar cada vez más presente en la Udelar”.
Lacalle Pou valoró el proceso de descentralización que ha transitado la institución en los últimos años y, en el caso de Veterinaria, destacó las palabras de Piaggio, quien habló de la equiparación de tres saludes: la ambiental, la animal y la humana. Según valoró, para eso es clave la interacción entre distintas facultades, pero también de la academia con actores privados y del resto de la sociedad. Para el mandatario, el grado de civilización de las sociedades también se define por cómo trata a los animales, tanto en la enfermedad como en la salud.
En particular, Cossia destacó esa idea del discurso del presidente y señaló que el concepto de una sola salud “llegó para quedarse”, por lo que planteó la necesidad de formar equipos multidisciplinarios para abordarlo integralmente. En ese sentido, entendió que el nuevo edificio de la FVET “tiene que ser el símbolo de ese nuevo paradigma”.
Nuevas instalaciones
La obra comenzó en 2016 y las 12 hectáreas construidas ‒de las 39 que tiene el predio‒ tuvieron un costo de 1.490 millones de pesos. La nueva FVET tiene un diseño de campus integrado por 12 edificios en los que se encuentran distintas oficinas y también un aulario de dos pisos compuesto por laboratorios y salones con capacidades de 20 a 200 estudiantes. También cuenta con un hospital veterinario de última generación, con espacios individuales y colectivos para animales de distintos tamaños. En particular, los boxes para caballos cuentan con la posibilidad de dar alimento, agua y hasta de suministrar gases a los animales sin necesidad de ingresar. Además, un dispositivo en el techo compuesto por dos rieles sirve para facilitar el traslado de animales pesados y, por ejemplo, conecta los boxes con el quirófano.
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