Este martes el Instituto Nacional de Evaluación Educativa (Ineed) presentó los resultados del Estudio Internacional de Alfabetización Computacional y Manejo de Información (Icils, de acuerdo a su sigla en inglés). Se trata de la aplicación de pruebas estandarizadas y cuestionarios para medir las capacidades de los estudiantes de octavo grado -antes segundo de liceo o UTU- en alfabetización computacional y manejo de información y en pensamiento computacional.
El estudio es desarrollado por la Asociación Internacional para la Evaluación del Rendimiento Educativo y Ceibal fue la contraparte en Uruguay. Por su parte, Uruguay participó en sus últimas dos ediciones, en 2018 solo en alfabetización computacional y manejo de información, pero en 2023 también en pensamiento computacional. Su aplicación fue el año pasado en 144 centros educativos, tanto públicos como privados y de Secundaria y UTU.
La presentación estuvo a cargo de la directora del Área Técnica del Ineed, Carmen Haretche, quien compartió detalles del informe escrito. Allí se mencionan algunos datos de contexto, por ejemplo, que Uruguay está en el lugar 25 de los 32 países que participan en la medición en materia de Producto Interno Bruto (PIB) per cápita y que “es uno de los más desiguales en la distribución de los ingresos (sólo superado por Chile)”. Además, está en el lugar 24 cuando se observa el porcentaje del PIB destinado a la educación, en el puesto 22 en el uso de internet y en el 18 en el “índice de desarrollo de las TIC”.
Resultados en alfabetización computacional y manejo de información y en pensamiento computacional
El estudio organiza los resultados en cuatro niveles de desempeño y el segundo de ellos es el mínimo de competencias que se consideran básicas para los adolescentes, según explicó Haretche. En ese sentido, 33% de los estudiantes no logró realizar “las actividades más simples de la prueba” (nivel bajo 1) y 31% “demuestra únicamente un conocimiento funcional de las computadoras como herramientas”, por lo que se ubicó en el nivel 1. “Esto implica que el 64% se encuentra debajo del nivel 2, en el cual los evaluados demuestran que pueden usar computadoras, bajo instrucción directa, para completar tareas básicas y explícitas de recopilación de información y gestión”, se detalla.
Precisamente, en el nivel 2 se ubicó el 27% de los estudiantes uruguayos, mientras que “sólo el 9% demuestra la capacidad de trabajar de manera independiente cuando usa computadoras como herramientas de recolección y gestión de información”, que equivale al nivel 3. El porcentaje de adolescentes que llegó al nivel 4 y, por tanto, fueron “capaces de ejercer control y realizar juicios evaluativos cuando buscan información y crean productos de información” no llegó al 0,5%.
En la comparación internacional, “los resultados de Uruguay son inferiores a los del promedio de los países participantes del Icils 2023, para los que el 24% de los estudiantes se sitúan por debajo del nivel 1 de alfabetización computacional y manejo de información, el 27% en el nivel 1, el 34% en el nivel 2, el 14% en el nivel 3 y el 1% en el nivel 4”. En suma, se muestra que si se ordenan los países participantes de dicha prueba con base en su puntaje promedio, Uruguay está en el lugar 24 de 30. En relación a los resultados obtenidos en 2018, se afirma que Uruguay mantiene su desempeño, “sin diferencias estadísticamente significativas, tanto en el puntaje promedio obtenido”, que bajó levemente de 450 puntos en 2018 a 447 en 2023, como en el porcentaje de estudiantes que alcanzan o superan el nivel 2.
En tanto, 21% de los estudiantes uruguayos “no logró realizar las actividades más simples de la prueba (nivel bajo 1)” en pensamiento computacional, y 34% se ubicó en el nivel 1, que implica que sólo logró “resolver problemas en los que existe un conjunto de pasos generalmente pequeño y funcionalmente independiente”. Por su parte, 32% pudo aplicar “diversos conceptos computacionales como la agregación, la aritmética, gráficos, bucles y optimización”, por lo que llegó al nivel 2. 11% se ubicó en el nivel 3, que implica que “comprenden e integran una amplia variedad de conceptos y métodos computacionales, como la simulación, el procesamiento de datos, los bucles y la lógica condicional”. El nivel más alto, que supone reconocer y analizar “problemas que impliquen una amplia variedad de conceptos y órdenes computacionales y aplica abstracciones a problemas del mundo real, sólo fue alcanzado por 2% de los estudiantes.
“Con 421 puntos, el promedio de Uruguay es el más bajo obtenido en la prueba de pensamiento computacional de 2023. Si se considera el conjunto de los países participantes en la prueba de pensamiento computacional, un 34% se ubica por debajo del nivel 2, mientras que en Uruguay esa situación alcanza a más de la mitad (55%)”, señala el informe.
Uruguay presentó una mayor incidencia de la desigualdad socioeconómica en los resultados que los demás países
El estudio del Ineed también da cuenta de algunos factores que contribuyen a explicar los resultados. Como ocurre también con otras evaluaciones de este tipo, la procedencia socioeconómica de los estudiantes explica en buena medida los desempeños logrados. “En Uruguay, el porcentaje de estudiantes que no logra realizar las actividades más simples de la prueba de alfabetización computacional y manejo de información (nivel bajo 1) es de 56% en el quintil 1 (más desfavorecido) y 42% en el quintil 2, pero de tan sólo 10% en el quintil 5”, se ilustra.
No obstante, se afirma que la incidencia de la desigualdad “es mayor en Uruguay que en el resto de los países” si se los considera en conjunto. “A igual quintil, solamente cuando se comparan estudiantes del quintil 5, los resultados de nuestro país son similares al promedio de los participantes de ese quintil. En cambio, en el resto de los quintiles, el resultado de Uruguay es inferior al del promedio en cada quintil. La brecha entre los quintiles 1 y 5 es de 46 puntos porcentuales en Uruguay y de 24 puntos porcentuales para el promedio de los países evaluados”, se señala.
En pensamiento computacional, por su parte, 36% de los estudiantes de centros de contexto más desfavorable están en el nivel bajo 1, cifra que baja a 6% para quienes asisten a centros del contexto más favorable. De igual manera, la brecha es menor para el promedio de los demás países participantes de Icils 2023, ya que sólo 17% del quintil 1 y 5% del quintil 5 estuvieron por debajo del nivel 1.
En materia de género, se afirma que “en la mayoría de los países participantes del Icils 2023 las mujeres obtienen mejores desempeños que los varones en alfabetización computacional y manejo de información”. No obstante, Uruguay está entre “las excepciones” junto con Hungría y República Checa, ya que no se observaron diferencias significativas en el puntaje según el sexo del estudiante. “En la prueba de pensamiento computacional, sin embargo, la ventaja la tienen los varones. Uruguay es uno de los seis países en los que, al igual que para el promedio Icils, se encuentran diferencias significativas en pensamiento computacional: los varones uruguayos obtienen, en promedio, 13 puntos más que las mujeres”, se añade.
Mejores resultados en estudiantes que asisten a la educación privada, pero ello es explicado por el contexto socioeconómico
Otra dimensión que se analiza es el tipo de administración del centro educativo y, también igual que en otro tipo de mediciones, los resultados “son mejores en las instituciones privadas”. Según se muestra, en Uruguay 28% de los estudiantes de centros públicos superó el nivel 1 de alfabetización computacional y manejo de información, mientras que en los centros privados dicho porcentaje fue de 66%. En pensamiento computacional, los porcentajes son de 40% en los centros públicos y de 70% en los colegios. “Se trata de brechas de 38 y 30 puntos porcentuales, respectivamente”, se concluye.
No obstante, se aclara que dichos resultados “están mediados por el origen socioeconómico de los estudiantes” que acceden a la educación pública y a la privada. En otras palabras, los mejores desempeños de los estudiantes que asisten a centros privados dejan de ser tales cuando se consideran estudiantes del mismo contexto socioeconómico que concurren a ambos sistemas.
Según el informe, sí se aprecian diferencias significativas en los desempeños de quienes asisten a Secundaria y UTU: “Sólo el 9% de los estudiantes de liceos privados se ubican en el nivel bajo 1 en alfabetización computacional y manejo de información, mientras que esos porcentajes ascienden al 34% en liceos públicos y a 59% en escuelas técnicas”. Por su parte, en el área de pensamiento computacional los desempeños por debajo del nivel 1 “alcanzan al 6% de los estudiantes de liceos privados, al 21% de los de liceos públicos y al 40% de los de escuelas técnicas”, agrega el estudio.
En este caso, cuando se consideran estudiantes de similares contextos socioeconómicos las diferencias persisten entre la educación técnica y la secundaria: “Incluso controlando por contexto, quienes asisten a escuelas técnicas obtienen, en promedio, 47 puntos menos en alfabetización computacional y manejo de información y 46 puntos menos en pensamiento computacional que sus pares de liceos públicos y privados de similar contexto”.
Otro de los aspectos que se consideran en el análisis es la incidencia de la exposición a pantallas de los estudiantes. Si bien muchas veces se afirma que el acceso a pantallas puede ir en contra de los resultados académicos, en el caso uruguayo en Icils 2023, quienes utilizan libremente las pantallas en días de clase obtuvieron, en promedio, “17 puntos más en la prueba de alfabetización computacional y manejo de información que sus pares con limitación parental”, algo que con menor incidencia también se observa para el promedio de los demás países.
El presidente de Ceibal no se mostró sorprendido por resultados
Leandro Folgar, presidente de Ceibal, realizó algunos comentarios luego de la presentación de los resultados y dijo que no se mostró sorprendido por los resultados. Según consideró, incluso era esperable que Uruguay cayera algún punto más en relación al estudio de 2018, considerando el impacto de la pandemia. En ese sentido, consideró positivo que, gracias al esfuerzo de los docentes uruguayos y al desarrollo de Ceibal, se lograran mantener los resultados.
Por su parte, vinculó los desempeños de los estudiantes a lo que ocurría con la propuesta curricular anterior a la Transformación Curricular que lleva adelante la Administración Nacional de Educación Pública. En ese sentido, destacó que con los cambios curriculares, Ceibal tiene directa incidencia en el desarrollo curricular de las áreas que mide la prueba internacional y, por tanto, se han diseñado estrategias para mejorar las competencias digitales de los niños y adolescentes.