El jardín 124 de Villa 25 de Agosto, en el departamento de Florida, participa del certamen internacional Escuela Emprendedora, en el que está en carrera por recibir una mención especial, junto a proyectos de otros 26 países, que pertenecen a otros tramos de sus respectivos sistemas educativos. La apuesta consiste en generar y poner en marcha un emprendimiento dentro de un centro educativo y, en el caso del jardín 124, apostaron por la elaboración y la venta de jabones artesanales.
En diálogo con la diaria, Lourdes Pérez, la directora del jardín, contó que el proyecto se gestó el año pasado en una clase de nivel 5, aunque luego se amplió también a los niveles 3 y 4. Recordó que la idea la tuvo la maestra del grupo, que buscó alguna actividad para abordar desde el enfoque competencial que propone la transformación curricular de la Administración Nacional de Educación Pública.
La directora recordó que, como se trata de un jardín pequeño –asisten 70 niños de la zona–, también se propusieron involucrar a esos grupos. De esa forma, los niveles 3 y 4 se encargan de plantar y cosechar las hierbas aromáticas con las que los niños de nivel 5 elaboran los jabones.
Una vez que el proyecto estaba en marcha, se enteraron de la convocatoria de Escuela Emprendedora y consideraron que era una buena oportunidad para jerarquizar lo hecho. No obstante, también requería dar algunos pasos más, de forma de ajustarse a las pautas del certamen, que evalúa los emprendimientos en tres fases: la idea de negocio, el plan de negocio y, por último, la implementación.
A fines del año pasado, un jurado entregó premios a los mejores proyectos en cada una de esas fases, y en 2024 se habilitó la votación de la gente para otorgar la mención especial, que se hará pública a fin de mes. Dicha mención tiene un premio económico de 1.200 libras esterlinas que, obviamente, le vendrían muy bien al jardín. La directora explicó que si bien no postularon al certamen por el premio económico sino para mostrar lo hecho, ganarlo sería importante para poder desarrollar otros proyectos que tienen en mente.
Desarrollo
Villa 25 de Agosto es una localidad bordeada por el río Santa Lucía, que marca el límite entre Florida y Canelones. Según explicó Pérez, “el río es algo muy importante en la vida de todas las personas que habitan 25 de Agosto”. Por ejemplo, dijo que es un lugar de encuentro y esparcimiento, aunque en algunos momentos del año también “muestra su fuerza a través de las inundaciones”.
En ese contexto, un día los niños comenzaron a hablar sobre cómo cuidar el río, tema que surge frecuentemente cuando en el jardín se habla del ambiente, relató la directora. “Empezaron a pensar qué cosas contaminaban y ver qué podían hacer ellos, y ahí surgió el tema de los jabones”, dijo, y detalló que, como algunos jabones tienen químicos, evaluaron que a la larga contaminan el ambiente.
Entonces, en el marco de los talleres que se desarrollan en los jardines de tiempo completo, los niños del nivel 3 empezaron a cultivar hierbas aromáticas y suculentas, mientras que los de nivel 5 empezaron a averiguar cómo se hacían los jabones y qué podían utilizar para aromatizarlos. En ese momento surgió la idea de usar alguna de las hierbas aromáticas que tenían en el jardín. La directora señaló que para elaborar los jabones de forma artesanal usaron glicerina como base y también plantas como romero, eucalipto, lavanda y otros ingredientes que se suelen usar en la cocina como café, arroz o canela.
Una vez que entraron en el certamen internacional, Pérez destacó que en cada fase había distintas “lecciones”, en las que los niños debían desarrollar diferentes competencias y habilidades. Por ejemplo, en la etapa en la que debían desarrollar su plan de negocios encuestaron a las familias y les preguntaban si estaban dispuestas a comprar jabones artesanales y, en caso de que sí, de qué los preferían. Luego de ello, procesaron los datos y con la maestra sacaron distintas conclusiones con la información obtenida.
La directora aseguró que la elaboración de jabones hizo que los niños “aprendieran una cantidad de cosas que se relacionaban con diferentes disciplinas”. “Eso fue buenísimo, porque ellos tuvieron que resolver problemas, tuvieron que buscar información, tuvieron que tomar decisiones; siempre con la maestra, que los fue apoyando, pero nosotros quisimos que fueran ellos los protagonistas de este de este proyecto”, resumió Pérez.
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