Del 28 de julio al 10 de agosto, un grupo de docentes españoles se alberga en Uruguay para visitar escuelas rurales del país. Se trata de un intercambio Teruel-España y Uruguay, convocado por la Universidad Nacional de España a Distancia (UNED) en coordinación con la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP). Anteriormente, en enero y febrero, fueron una directora de escuela rural, un inspector y un especialista en formación docente, los uruguayos que viajaron a España con el mismo propósito.
En esta ocasión, además de viajar al interior del país, el miércoles en el Centro Agustín Ferreiro, Primaria invitó a una conferencia a cargo de los docentes españoles Juan Pablo Fort y Maximiliano Alcañiz, para intercambiar sobre la “situación actual de la educación rural en España. En ese marco, estuvieron sobre la mesa distintas innovaciones desarrolladas en Teruel” y, en concreto, un “programa de incentivo a la lectura desde la escuela a la comunidad”.
La instancia se dio en el contexto del cierre de actividades en homenaje a Agustín Ferreiro, pedagogo, docente y escritor uruguayo, clave en el desarrollo de la educación rural en Primaria, en el 130° aniversario de su nacimiento. En ese marco, también el jueves, en el Centro de Formación Permanente, Primaria hizo entrega de los premios del Concurso de Ciencias de la Educación 2023.
Los trabajos estaban vinculados a la figura de Ferreiro, y fue el docente y director del centro que lleva su nombre y forma a los maestros para desempeñarse en escuelas rurales, Limber Santos, el ganador del concurso. Su trabajo se titula “Agustín Ferreiro en las escenas fundacionales de la pedagogía rural uruguaya: la reconstrucción de una identidad”. En segundo lugar fue premiado el maestro Leonardo Vernazza por su trabajo “Viviendo una esperanza. Actualidad del pensamiento de Agustín Ferreiro ante los desafíos de la educación en los contextos más vulnerados”.
En esa misma actividad, la antropóloga social, docente española y coordinadora del proyecto de intercambio, María del Carmen García, brindó una conferencia sobre “el estudio del patrimonio material e inmaterial de las instituciones educativas”.
Diferencias y similitudes entre España y Uruguay
En diálogo con la diaria, García explicó que la iniciativa del intercambio Teruel-España y Uruguay surge del instituto que dirige, de investigación en Humanidades y Patrimonio de la UNED.
El instituto se ubica en una provincia de Teruel, con población rural. Justamente, García contó que ha tenido experiencias en Uruguay vinculadas a la educación rural: tuvo la oportunidad de hacer trabajo de campo, y se encontró con que Teruel y Uruguay “tienen características poblacionales y culturales” similares.
Especificó que, por ejemplo, en ambos lugares la población “es muy envejecida” y que hay “núcleos de población dispersos bastantes chiquitos, también con bastante migración”. Para la antropóloga y también docente de la UNED, ese fue el “germen” del intercambio, que definió como un “proyecto de intercambio de buenas prácticas entre la educación rural en Teruel y en la de Uruguay”.
El objetivo principal, dijo, es “aprender unos de otros, porque los problemas son muy semejantes, pero las soluciones que cada país ha dado son muy distintas, entonces, visto cómo han podido aportar problemas que compartimos, creemos que aporta a ambos”.
A partir del trayecto en ambos países, García señaló que han comenzado a “detectar algunas fortalezas y debilidades que tiene cada uno”. Por ejemplo, evidenció que en España los docentes de secundaria no tienen “una formación específica, sino que son egresados universitarios que hacen un máster con una didáctica muy generalista y con eso se van a dar clase a donde les corresponda”. En cambio, observó que en Uruguay los docentes del subsistema están “mucho mejor formados”.
Sin embargo, también comentó que durante los últimos años en España “se ha hecho una inversión fuerte en la formación docente en temas de diversidad, discapacidades, diversidad de género y también con la educación de adultos”. En ese sentido, dijo que uno de los problemas que comparten ambos países es, por ejemplo, “cómo se integran los alumnos con trastorno del espectro autista en el aula”, y aseguró que una de las soluciones que encontró España para ello es invertir en “formación para profesores de apoyo”.
Con respecto a esto, narró que en las aulas españolas los estudiantes sordos y ciegos “están integrados de manera normalizada”, contrariamente a lo que suele suceder en Uruguay, que “hay centros específicos para la atención de los dos colectivos”. En conclusión, dijo que tanto en Teruel como en el interior uruguayo se comparte el problema de que “en el entorno rural falta personal, especialistas, pero en el caso español se está invirtiendo en que los propios maestros tengan la formación para atender esas diversidades”.
Por otro lado, especificó que si bien identificaron que tanto en Uruguay como en España hay migración, en su país “es multilingüe” y, por lo tanto, las diferencias existentes en las aulas no son sólo culturales, dijo. Así es que en España se ha trabajado en el apoyo para estas poblaciones; si bien en Uruguay también, “la diferencia es que los que vienen a Uruguay tienen la misma lengua”, valoró.
Pretenden que el intercambio se haga todos los años
Si bien García aún está en Montevideo, contó que los demás docentes de España están en Durazno visitando escuelas rurales. Una de las conclusiones a las que han arribado en cuanto a la formación es que en Uruguay “el trabajo en el medio rural tiene una tradición mucho más arraigada; hay un modo de hacer que ha pasado de una generación a otra”. En tanto, planteó que en el caso español existe “la consideración de la escuela rural como un problema que hay que resolver, un espacio que hay que trabajar de manera específica, es bastante nuevo”.
En ese marco, manifestó que hay algunos puntos del quehacer uruguayo en referencia a la educación rural que se llevan a España para “copiar”: “Tienen como sistema la figura de ‘un padrino’ que les ayuda de manera remota en el tema de los idiomas. Es una persona que vive en un país con una lengua diferente a la española, normalmente inglés, y que de manera voluntaria se convierte en un interlocutor al que los chiquilines pueden acudir o hablar en el idioma inglés, de temas diferentes”, explicó.
En España, sin embargo, no existe tal figura, ya que “está todo más formalizado”, y a través de la implementación de esta idea, aseguró que “va a ser una manera informal y fácil de paliar el problema de falta de profesores nativos de inglés en la zona rural”.
“Estamos haciendo un pequeño espionaje industrial”, bromeó. Por último, delineó que este intercambio es un “proyecto piloto” y que tanto los docentes uruguayos que fueron a Teruel como los de España que están ahora en Uruguay dejarán una “memoria” para que, “con ese acervo, se planifique extender un poco más esta iniciativa y prolongarla en el tiempo, con la intención de que se haga todos los años”.