Un primer intento de aprobar una ley que garantice los derechos de las personas trans en España fracasó el martes en el Congreso, con 143 votos negativos del derechista Partido Popular (PP) y el ultraderechista Vox, a los que se sumaron las 120 abstenciones del Partido Socialista Obrero Español (PSOE). El proyecto fue impulsado por los partidos Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Junts per Catalunya, Más País, Candidatura de Unidad Popular, Compromís y Nueva Canarias, y contaba con el apoyo de Unidas Podemos.
La propuesta apuntaba a la despatologización de la transexualidad, reconocía el derecho a la libre autodeterminación de género y permitía el cambio de nombre y sexo registral sólo con la declaración expresa de la persona, entre otras cosas. España permite cambiar nombre y sexo en los documentos de identidad sin necesidad de una operación quirúrgica desde 2007, pero requiere un informe médico o psicológico y al menos dos años de tratamiento hormonal. El proyecto presentado eliminaba estos requisitos y establecía que era suficiente la “libre declaración” de la persona.
Este era el principal punto con que disentía el PSOE, que exigía que hubiera “seguridad jurídica” detrás de la declaración. “Para el cambio registral partimos de la premisa de que es la libre determinación de la persona la que opera en primer lugar, si bien eso no implica enajenarse del mismo procedimiento al que están sujetas el resto de las leyes y procesos”, argumentó durante la sesión la diputada socialista Susana Ros. “En un Estado de derecho no existe ningún hecho jurídico, administrativo ni de otro tipo en el que opere únicamente la manifestación de la voluntad”, agregó.
Luego de la votación, la ministra de Igualdad, Irene Montero, de Unidas Podemos, pidió “perdón” a las personas trans y dijo que el debate “debía haber llegado a esta cámara por parte del gobierno”, pero “no lo ha conseguido”. Montero presentó en febrero al Consejo de Ministros un borrador de ley trans que fue elaborado durante meses por su cartera en conjunto con colectivos LGBTI, pero terminó bloqueado por la vicepresidenta, Carmen Calvo. El proyecto votado compartía las líneas fundamentales, incluida la autodeterminación de género sin informe médico a partir de los 16 años.
Durante la discusión parlamentaria, los partidos que presentaron la propuesta acusaron al PSOE de alinearse con la derecha y la ultraderecha para obstaculizar la ley y recordaron que en el pasado el partido apoyó la libre autodeterminación de género durante la discusión de leyes similares en comunidades autónomas. “Nuestra esperanza era debatir el proyecto de ley del gobierno, pero la obstaculización reiterada del PSOE ha puesto en peligro este proyecto de ley. Y los derechos humanos de las personas trans siguen aparcados”, dijo la diputada de ERC Pilar Vallugera. “Si ustedes son de izquierda, ¿hasta cuándo van a mirar a otro lado? ¿Hasta cuándo van a permitir la violencia desatada contra sus cuerpos y mentes?”, cuestionó.
La ministra de Igualdad dijo que no se daría por vencida y anunció su “compromiso en convertir la libre determinación de la identidad de género en una realidad” en el país antes del Día Internacional del Orgullo LGBTI, que se celebra el 28 de junio. “Tenemos una deuda con ellas, ellos, elles, y vamos a saldarla aunque no sea tan pronto como a me gustaría”, aseguró.