Muchos interpretaron el gesto del plantel de Alemania de taparse la boca cuando posaban para la foto oficial antes del partido contra Japón como una denuncia contra la FIFA y su decisión de prohibir la utilización de brazaletes en defensa de la diversidad sexual. Pero, unas horas después del partido, medios alemanes publicaron otra versión de los hechos. “Los jugadores no estaban protestando. Lo que ocurrió fue que uno de ellos hizo un chiste racista sobre los japoneses y todos se tentaron. El hecho en sí no es grave, si no fuera porque después perdieron el partido. Estos jugadores traicionaron a su patria”, escribió un periodista germano.
La divulgación de esta versión de prensa generó un escándalo sin precedentes en Alemania. “El mundo sigue viendo a los alemanes como un pueblo muy exitoso y que siempre logra lo que se propone, pero también racista y xenófobo. Tras el incidente de ayer nos van a empezar a ver como racistas y xenófobos que no consiguen lo que quieren, y eso es inaceptable”, escribió un editorialista de un matutino berlinés.
La frase: “Yo creo que si el Eje hubiera estado comandado por Hirohito en lugar de Hitler, la guerra la ganaban ellos”. Mauricio Macri, germanófilo.