El aumento de la temperatura global continúa imparable y como consecuencia lo mismo ocurre con el derretimiento del hielo polar. El principal problema generado por este último fenómeno es el aumento del nivel del mar, algo que genera importantes daños al medioambiente. Pero recientemente los científicos detectaron un nuevo problema: el agua de mar tiene cada vez menos gusto. “Al derretirse el hielo y mezclarse con el agua de mar, esta pasa a tener un sabor mucho menos intenso. Es lo mismo que pasa con el whisky en las rocas en una noche de mucho calor, aunque en este caso estamos ante unos cubitos de hielo gigantescos que no van a parar de soltar agua dulce”, graficó uno de los responsables de la investigación que confirmó el efecto del calentamiento global en el sabor del agua de mar.
Si bien el agua salada es considerada no apta para el consumo humano, en los últimos años ha comenzado a imponerse la moda de beberla en pequeñas cantidades. “Fue una cosa de los hipsters. Como el agua dulce no presenta demasiadas variantes posibles, las personas que quieren diferenciarse beben agua de mar. El problema es que se les está haciendo cada vez más difícil encontrar agua de mar ecológica, con el sabor de la de antes”, explicó el investigador.
¿Qué dicen los bañistas sobre el agua salada de 2022?
“Me encanta, porque daña menos mi bikini”.
“Tenés que tomar el doble para que te pegue lo mismo que hace diez años”.
“La pintura de mi casa frente a la playa estaba perfecta, casi sin efecto del salitre. Lástima que el mar se la llevó”.