“Estamos mirando al horror a los ojos. Estamos frente al mal absoluto. Estamos ante las peores formas de la violencia que la civilización humana haya conocido”, declaró ayer un vocero de la Policía austríaca en referencia a la situación que se desató tras el arresto de dos yihadistas que planeaban atentar con explosivos en alguno de los tres conciertos que Taylor Swift tenía pautados en Viena. La amenaza terrorista motivó la suspensión de los conciertos, algo que desató la ira de los swifties. “Ante la amenaza de que grupos radicales decidan lanzar un ataque sin precedentes para hacer justicia por mano propia, la Policía de Viena decidió implementar un operativo de protección para estos yihadistas”, explicó el vocero. Según expertos en grupos terroristas, las posibilidades de que los swifties ingresen a la cárcel donde están los yihadistas y asesinen a todas las personas que están en el edificio con tal de asegurarse la muerte de los responsables de la cancelación de los conciertos son extremadamente altas.
La verdadera amenaza> “Amo tanto a Taylor Swift que la quiero asesinar”. Swiftie confundido por tanto amor.