El comisionado Mauricio Arriaza era uno de los gobernantes más cercanos al mandatario de El Salvador y lideraba la lucha contra las pandillas. El fin de semana falleció en un accidente de helicóptero y las autoridades están investigando la posibilidad de que se haya tratado de un atentado. De todas maneras, Bukele sostuvo que la guerra contra las pandillas va por el rumbo correcto. “Las personas se sienten más seguras. Volvieron los bolsos a los distritos. Ahora las vecinas pueden salir a las calles tranquilas, sin miedo de sufrir un arrebato, y los vecinos saben que no los van a matar simplemente para robarles 20 colones”.
El mandatario reconoció que, a pesar de los avances, “aún queda mucho por hacer”, aunque reiteró que su estrategia anticrimen está resultando exitosa. “Hay personas que dicen que no bajaron los delitos, sino las denuncias. Esas personas sólo se dedican a poner palos en la rueda”, declaró.
El razonamiento: “¿Cómo pueden decir que no estamos ganando la guerra contra la delincuencia, si construimos cada vez más cárceles?”. Nayib Bukele, ejemplo para América Latina.