Durante el punto más álgido de la crisis de 2002, es decir, entre fines de julio y principios de agosto, corrieron varios rumores e incluso versiones de prensa sobre “hordas” que iban a bajar del Cerro a saquear comercios de zonas céntricas. La versión más aceptada sobre estos acontecimientos es que los saqueos nunca llegaron a producirse, pero un hecho ocurrido ayer podría echar por tierra este relato. Juan Peirano Basso, uno de los propietarios del Banco de Montevideo, fue procesado por su participación en el saqueo de la institución bancaria. Un historiador que publicó varios trabajos sobre la crisis de 2002 explicó que se trata de la primera vez que la Justicia admite en un fallo que se produjeron saqueos. “Claramente hubo un saqueo de un banco; el propio fallo de la jueza Isaura Tórtora utiliza esa palabra. Es una realidad que ya no se puede negar. El problema fue que, a diferencia de lo que esperaba la Policía, las hordas no provinieron del Cerro, sino de Carrasco, y tuvieron lugar unos meses antes. Obviamente hubo un fallo de la inteligencia policial y eso terminó haciendo estallar la crisis”, opinó el investigador.
La justificación: “¿Cómo íbamos a imaginarnos que los verdaderos delincuentes iban a terminar siendo los empresarios y no los pobres? Apenas estábamos saliendo de los 90”. Agente de inteligencia que se dejó llevar por el espíritu de la época.