Ayer se llevó a cabo en el Vaticano la primera jornada del cónclave para elegir al sucesor de Francisco, tras la cual no se llegó a un acuerdo, tal como evidenció el humo negro que salió por la chimenea de la capilla Sixtina. Lo que ocurrió en la reunión es un misterio, ya que los 133 cardenales católicos tienen completamente prohibido comunicarse con el mundo exterior. De hecho, muchos especulan con que esta costumbre se mantendrá para el próximo papa. “Los sectores conservadores de la iglesia católica no quieren que se repita la experiencia del papa Francisco, que demostraba un gran interés por los hechos del mundo contemporáneo. Entonces, lo que están proponiendo es que solamente 132 cardenales abandonen la reclusión. Quien sea electo papa se quedaría encerrado en la capilla hasta que termine su papado”, indicó un periodista italiano que cubre las actividades del Vaticano.
De prosperar esta iniciativa, el nuevo papa no podría recibir visitas del mundo exterior, comunicarse por celular ni consultar medios de comunicación. “Tenemos que volver a los tiempos en los que el papa se comunicaba solamente con el Señor, quien, de última, todo lo ve y puede contarle lo que considera conveniente que sepa”, afirmó una alta jerarquía de la iglesia católica.
El significado de la fumata. Humo negro: se destruyeron documentos comprometedores sobre las finanzas del Vaticano. Humo blanco: se destruyeron documentos comprometedores sobre casos de abuso sexual.