Ayer, la senadora Graciela Bianchi reiteró su acusación de que el nombramiento de Beatriz Argimón como embajadora ante la Unesco fue una suerte de recompensa por haber “operado” para el Frente Amplio. Varias figuras del Partido Nacional (PN) coincidieron a nivel extraoficial con el diagnóstico de la legisladora, aunque cuestionaron sus formas. “Estoy cien por ciento de acuerdo con Bianchi. Argimón siempre fue una operadora del Frente Amplio. El problema es que cuando Bianchi dice cosas así nos hace perder 5.000 votos. Las operaciones de Argimón nos hacen bastante menos daño”, se lamentó una dirigente nacionalista.
Otra dirigente del PN consideró que Bianchi “tiene todo el derecho del mundo de pelear la batalla cultural contra los zurdos disfrazados de derechistas que hay dentro del partido, pero cuando eso nos hace perder votos, prefiero que se llame a silencio. Nadie te da un cargo por ganar la batalla cultural”.
La sentencia: “Como diplomática profesional no tiene experiencia, y como política profesional es demasiado buena”. Andrés Ojeda sobre Carolina Ache.