A pesar del rechazo interno y externo que causó la propuesta de confinar a 600.000 palestinos en una “ciudad humanitaria” en la Franja de Gaza, el primer ministro israelí considera que su oficina se está comportando con “tibieza” a la hora de proponer iniciativas para solucionar el conflicto. “Estamos atravesando una de las situaciones más complejas de la historia de Israel. No podemos contentarnos con lanzar un par de ideas diabólicas por mes. Necesitamos lanzar más y más delirios de inspiración satánica”, declaró Netanyahu a la prensa.
El mandatario responsabilizó de esta tibieza a su grupo de asesores. “La idea más extravagantemente macabra que se lanzó para la Franja de Gaza fue la de construir allí un balneario, y ni siquiera la lanzamos nosotros, sino que fue obra de Donald Trump. Si mis asesores no logran idear algo más diabólico que crear un campo de concentración en Gaza, un lugar en donde la gente ya vive como si fuera un campo de concentración, comenzaré a despedirlos”, advirtió Netanyahu.
Equilibrio: “No estoy de acuerdo con que se construyan campos de concentración para palestinos en Gaza ni que se construyan campos de concentración para judíos en Isreal”. Yamandú Orsi, presidente que se la juega.