El coronel en situación de reforma José Nino Gavazzo declarará este viernes ante la jueza penal de 26º turno Ana de Salterain y el fiscal en lo penal de 2º turno Gilberto Rodríguez por la causa que investiga violaciones a los derechos humanos en la sede del Cuerpo de Fusileros Navales (Fusna) entre 1972 y 1985.
Por razones de salud, la jueza permitió a Gavazzo declarar por videoconferencia desde su casa, donde cumple prisión domiciliaria. Los abogados denunciantes, Rodríguez y De Salterain estarán en la sala de videoconferencias de la Oficina Penal Centralizada, ubicada en Juan Carlos Gómez y Reconquista.
En diálogo con la diaria, Ríos señaló que Gavazzo declarará como indagado sobre su conocimiento y participación en los hechos ocurridos en el Fusna, donde decenas de militantes fueron recluidos y torturados, y en algunos casos permanecieron varios años en el predio militar.
Pese a que la causa fue abierta en 2012, aún se encuentra en etapa de presumario, debido a diferentes recursos presentados por la defensa de los denunciados que alargaron el proceso. De todas formas, quedan pocas diligencias que concretar antes del pronunciamiento fiscal, para el que será necesario revisar las diferentes etapas de la causa, en la que participaron varios jueces y fiscales. Si bien se trata de una causa por violación a los derechos humanos, el fiscal especializado en delitos de lesa humanidad Ricardo Perciballe debió excusarse por conocer a alguien de la parte denunciante.
Los denunciantes son unas 50 víctimas del terrorismo de Estado, en su mayoría militantes del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros y del Grupo de Acción Unificadora que estuvieron detenidos en la sede del Fusna, que funcionaba en el Puerto de Montevideo.
En 2014 la jueza actuante, Julia Staricco, realizó una inspección ocular en el lugar, en la que unos 20 ex presos políticos reconocieron varios de los lugares donde fueron recluidos y torturados, pese a que el edificio sufrió algunas modificaciones.
El Fusna fue utilizado como centro clandestino de reclusión con prácticas sistemáticas de tortura, y allí los enlaces de inteligencia se comunicaban directamente con los jefes de unidad o con el comandante en jefe. Según declaró el ex comandante en jefe de la Armada Juan Fernández Maggio, el Fusna tenía la función de, “mediante investigación propia o datos que se le pasaban, hacer allanamientos, detener, investigar e interrogar a personas vinculadas a la sedición”.