En lo que va del año hubo nueve homicidios, seis de ellos en Montevideo. Cuatro de estos homicidios se concentraron en la Zona 3 de Montevideo, donde se registran la mayoría de los homicidios en la vía pública sin esclarecer, que se presumen como delitos en el marco de conflictos criminales.
Los otros dos homicidios que hubo en Montevideo fueron en la Unión y se analiza la vinculación entre ambos, a la vez que se investiga si están conectados con anteriores delitos de homicidio y sicariato entre hinchas de Nacional y Peñarol.
El 6 de enero, sobre la 1.00, hubo enfrentamientos en la feria de la Vía Blanca, que se hace en el marco del festejo de Reyes sobre la avenida 8 de Octubre. Los incidentes ocurrieron en la esquina de Gobernador Viana y cuatro personas resultaron lesionadas. Dos de ellas recibieron impactos de bala y otras dos fueron heridas con un arma blanca, una de ellas con un corte en el cuero cabelludo. Uno de los heridos de arma de fuego falleció este lunes, tras cuatro días hospitalizado en el CTI, luego de recibir un disparo en el abdomen.
El fallecido es uno de los coautores del homicidio de Hernán Fiorito, hincha de Peñarol de 20 años asesinado el 28 de setiembre de 2016 por hinchas de Nacional. Ese día, 15 personas salieron de la sede de Nacional en Montevideo en tres autos con la intención de robar banderas de Peñarol en el marco de los festejos que había en Santa Lucía, Canelones. Planearon que el ataque fuera ahí porque creían que iba a ser más fácil robar banderas que en Montevideo. Para eso, buscaron un contacto en el lugar que les informara sobre los festejos. El otro objetivo era atacar a personas que no estuvieran armadas.
Llevaron cinco armas y las repartieron antes de bajarse de los autos. Cuando llegaron había unos 60 hinchas en la plaza: Fiorito era uno de ellos. No pudieron robar las banderas y dispararon. Mataron a Fiorito e hirieron a otro joven de 19 años -recibió cuatro impactos de bala-.
El juez penal de Canelones de 4° turno, Humberto Verri, condenó a las 15 personas que llegaron a la plaza como responsables de dos delitos de homicidio muy especialmente agravado, uno de ellos en grado de tentativa, y un delito de lesiones personales especialmente agravado. Además, condenó a dos años de penitenciaría a la persona que brindó información por haber colaborado con los preparativos para el robo de banderas de los hinchas y aportar datos sobre los movimientos en Canelones.
De los imputados, 13 están en libertad condicional porque fueron excarcelados de la prisión preventiva que cumplían en diciembre de 2018. Están a la espera de la sentencia firme que los llevará probablemente de nuevo a la cárcel. Una de estas 13 personas fue el hombre asesinado tras el ataque en la feria de la Vía Blanca.
En la tarde de este lunes, también en la Unión, en las inmediaciones de Pernas y Avellaneda, mataron a un adolescente de 17 años. Vestía una camiseta de Peñarol, pero no pertenecía a ninguna de las barras. Iba en bicicleta y recibió un impacto de bala en la cabeza. Un testigo de los hechos dijo que dos personas que iban en moto dispararon y gritaron “venganza”.
La Fiscalía de Homicidios de Primer Turno, con el fiscal Carlos Negro como titular, está a cargo de la investigación de ambos homicidios y analiza si existe una vinculación entre los casos.
Amenazas desde la cárcel y antecedentes
A estos hechos se sumó una amenaza de Erwin Coco Parentini, líder de la barra brava mirasol, desde el Penal de Libertad, en la que plantea que habrán represalias por el homicidio del adolescente que vestía una camiseta de Peñarol. En un audio que se viralizó se lo escucha decir: “Las cosas son como son, las cosas son entre grandes. Un niño, un adolescente que va en una bicicleta a hacer los mandados, que no tiene nada que ver con una hinchada de fútbol, con una barra de fútbol... eso no se hace, es un acto de cobardía”.
Agregó: “Ellos saben dónde vive cada jefe, eso es cobardía, como lo que hicieron en Santa Lucía con Fiorito, otra cobardía más. ¿Entendés? Siempre lo mismo con ustedes, ya pasó una vez, ahora aténganse a la consecuencia. ¿Ya saben ahora, no? La violencia se combate con violencia. Vamos pa' ahí, de una. De una vamo' pa' ahí. No van a saber cómo ni cuándo ni dónde, pero les van a aparecer por todos lados. Olvidate. Ahora se viene un vendaval, ahora se viene un vendaval. No se asombren de nada”.
Parentini llegó a ser líder de la barra brava de Peñarol tras su involucramiento en varios casos de extorsión, secuestro, homicidio y sicariato. Gran parte de los ataques los planificó y ordenó desde el Penal de Libertad, donde está preso desde 2015 por homicidio: ordenó matar a uno de los líderes de la barra brava de Peñarol con el que disputaba el poder. Estando preso, fue condenado por otros delitos. Su última condena fue por ordenar el homicidio de un hincha de Nacional en 2019.
El último ataque de Parentini que lo llevó a esta condena fue el 15 de diciembre, en el marco del clásico que consagró a Nacional campeón del Campeonato Uruguayo 2019. La Fiscalía de Homicidios, en aquel entonces a cargo del actual fiscal de Corte, Juan Gómez, lideró la investigación por la que se le imputó un homicidio muy especialmente agravado y se logró prácticamente la condena máxima en Uruguay: 28 años.
Para concretar el asesinato del hincha de Nacional, contrató a un joven con uso problemático de pasta base que asumió la tarea de sicario y fue condenado a 23 años de prisión. Parentini le ordenó que fuera con alguien para “no llamar la atención”. Fue junto a su novia, que también fue condenada. En la esquina de Avenida 8 de Octubre y Presidente Berro disparó al azar contra una multitud. Lucas Langhain, de 24 años, que circulaba entre la gente, cayó muerto.
Ministerio del Interior analiza la situación
El sábado 22 de enero será el primer clásico de verano entre Nacional y Peñarol en el estadio Centenario. En conferencia de prensa, el ministro del Interior, Luis Alberto Heber, planteó que va a llamar a dirigentes de ambos clubes para analizar la situación. “Estamos poniendo todo lo nuestro: logística e inteligencia, como para que puedan tener la seguridad necesaria en cada uno de los eventos”, afirmó acerca de los clásicos de verano.
Según Heber, “la posibilidad de suspensión todavía no la hemos manejado”. “Queremos hablar primero con los clubes, porque nos parece que es algo que tenemos que hablar entre nosotros producto del clima que están generando este tipo de enfrentamientos, que generan una rispidez y una descarga de violencia -por lo menos en las redes, espero que no sea en los hechos- que nos preocupa”, dijo. Aseguró que están monitoreando las redes: “Nosotros tenemos iInteligencia que está mirando las redes. Estamos siguiendo todos los comentarios en ese sentido que se están haciendo. Podemos tomar todas las medidas”.
Sobre las amenazas de Parentini, afirmó que es “secundario”: “La investigación más importante es ver los móviles por los cuáles falleció el muchacho menor que tenía una camiseta de Peñarol. Ese es nuestro primer objetivo: saber si hay una vinculación de esto en función de las represalias por la muerte de otro hincha”. Y agregó: “Después el audio es secundario. El audio da por verdad algo que nosotros no damos por cierto. Lo tenemos que investigar. No descartamos que esa sea la línea de investigación. Si es el caso, actuaremos con todo el peso de la ley”.
Heber planteó que “por eso hay que investigar bien si la causa es que llevaba una camiseta de Peñarol”. “Estaríamos ante un hecho muy grave si esto es así. Muy grave”, dijo. “Pero tenemos que confirmar que ese es el móvil por el cual falleció este muchacho. Tenemos otras investigaciones, que son muy diferentes a esto”. Además, descartó la vinculación del adolescente con un conflicto entre barras: “Iba poco al estadio, según se nos informó”.
Consultado sobre si los clásicos se van a jugar o si se podría llegar a jugar sin público, respondió: “Todas esas alternativas las tenemos arriba de la mesa. Todas. Y queremos hacer el seguimiento del caso”. “Porque volvemos a decir lo mismo: los partidos de fútbol son una fiesta, no una guerra”, indicó. Para el ministro del Interior, “si es para hacer una guerra, se van a suspender”. “Porque nosotros no queremos una guerra de inadaptados que lo que hacen es hacer de esto muertes cuando tienen esos festejos. Todos los que queremos el fútbol, los que nos apasiona el fútbol, queremos ir a ver una fiesta, no una guerra”, apuntó. Y concluyó: “Lamentablemente esto está pasando en Uruguay y tenemos que cortarlo de cuajo. Es difícil hacerlo, porque hay gente que no lo entiende”.