El viernes se registró un doble homicidio en Marconi. Dos personas que iban encapuchadas en una moto pasaron por la zona de General Enrique Castro y Burgueño y dispararon varias veces. Un hombre, de 25 años, que salía de un almacén al que había ido a comprar, cayó muerto en el lugar. Una mujer, de 29, que iba a trabajar, fue herida y murió 15 minutos después, luego de ser trasladada por un particular a la policlínica de Capitán Tula.
Vecinos de la zona se manifestaron acompañando a la familia de Micaela Ferreira, la mujer asesinada, que es de referencia en el barrio. Exigieron “más seguridad” y “justicia”. De viernes a domingo hubo siete homicidios en 30 horas, entre los que se cuenta este doble homicidio.
En rueda de prensa, Luis Alberto Heber, ministro del Interior, hizo referencia a este caso y al enfrentamiento entre grupos criminales. A diferencia de lo que ha propuesto en varias oportunidades, que es una estrategia basada en “presencia policial”, planteó que “en la situación de enfrentamientos estamos usando mucha inteligencia”, y aclaró: “No es en función de más efectivos [policiales], sino de tener mejor análisis y mejor información”.
“Está funcionando eso muy bien porque hemos identificado las bandas que hay en estas zonas y los cobros de cuentas que existen”, afirmó. “Me parece importante que a todos nos importe que hay dos vidas inocentes que han pagado injustamente parte de este enfrentamiento del crimen organizado”, destacó. “Parte del informe que hoy recibí es cómo sigue adelante esta investigación y creo que está bien encaminada en esclarecerlos”, adelantó.
Por otra parte, el equipo del CAIF Santa María, que integra la Obra del Padre Cacho, emitió un comunicado en el que plantea que, “yendo a la parada para ir a trabajar, Micaela murió al quedar en medio de una balacera”. “Una de esas balaceras que lamentablemente son parte de la realidad cotidiana del barrio Marconi”, lamentaron.
“Era mamá de Santi, Bautista, Mía y Bastian. Una mamá presente, que criaba a sus hijos sola y cumplía con sus responsabilidades. Una mamá que confiaba en nuestro equipo y nos permitió acompañarla hasta este año”, dijeron sobre la mujer fallecida.
Enumeraron una serie de situaciones que atraviesa el barrio: “Duele que paguen los inocentes por la violencia y negligencia. Salta a la vista que las medidas tomadas son insuficientes. Duele que Mica no esté y sus hijos ya no tengan a su mamá. Duele que los niños, familias, vecinos y personas que trabajamos en el barrio estemos pendientes del helicóptero, de los tiros, de la posibilidad de que te roben o se agarren a tiros a tu lado y a cualquier hora del día. Duele que la violencia se haya naturalizado y asociado a un barrio donde tantas personas nada tienen que ver con la delincuencia”.
Según afirmaron, “en Montevideo hay zonas de guerra y no es exageración”. Por eso, “es necesario empezar a visibilizar esto para que se tomen las medidas necesarias que garanticen la vida y la seguridad en barrio Marconi y Casavalle. Para que no paguen más los inocentes, para que se pueda vivir en paz”.