A pedido de la fiscal Tania Vidal de la Fiscalía Letrada Departamental de Lavalleja de primer turno, el cura Gustavo Melgar fue imputado en febrero de 2021 por reiterados delitos de atentado violento al pudor, reiterados delitos de abuso sexual y un caso de abuso sexual especialmente agravado, cometidos, por lo menos, desde 2014.
Según el dictamen de la fiscal, el sacerdote efectuó tocamientos sexuales a las niñas “mediante la intimidación y el abuso de poder que ostentaba en virtud de oficiar como referente religioso de la familia”. También se metió al cuarto de una de ellas y la abusó sexualmente.
Vidal pidió la prisión preventiva para el sacerdote por entender que estando en libertad podía entorpecer la investigación. El pedido, sin embargo, no fue contemplado por la jueza letrada de Lavalleja de cuarto turno. Desde entonces permanecía en prisión domiciliaria. Finalmente, este viernes, el Tribunal de Apelaciones de cuarto turno ratificó la condena a ocho años de prisión por el abuso cometido contra dos niñas de ocho y 13 años.