La fiscal de 1° turno de Lavalleja, Tania Vidal, imputó por varios delitos de abuso sexual, abuso sexual agravado y atentado violento al pudor, todos en reiteración real, a un sacerdote de la Catedral de la Inmaculada Concepción de Minas, según informó Subrayado y confirmó la diaria.

Según pudo constatar la diaria, el imputado, de iniciales GEMG, se desempeña como vicario en la parroquia, que desde 2013 está a cargo del sacerdote Jaroslaw Przezdziecki.

Según el dictamen fiscal, el imputado llevaba 16 años de amistad con una mujer, madre de tres hijos que eran menores de edad en 2014, cuando empezó a concurrir al lugar. El religioso llevaba a la casa alimentos y bebidas alcohólicas que consumía con la madre de los menores en presencia de ellos. Estos hechos comenzaron luego de que la mujer le pidiera ayuda económica en reiteradas ocasiones.

Fue en esas circunstancias que el vicario realizó tocamientos sexuales a los dos hijos menores de la mujer, “mediante la intimidación y el abuso de poder que ostentaba en virtud de oficiar como referente religioso de la familia”, llegando a meterse a la habitación de una de las víctimas para abusar sexualmente de ella, indica la resolución.

El hermano mayor de los jóvenes se enteró de estos hechos en setiembre de 2019 y presentó una denuncia ante la Fiscalía. Tiempo después, uno de los menores ingresó en una emergencia médica por pensamientos suicidas y relató los abusos sufridos a un médico y una psiquiatra.

La segunda víctima también fue sometida a una pericia psicológica y psiquiátrica, constatándose un relato consistente.

El Instituto Técnico Forense (ITF) evaluó al imputado, indicando que “se evidencia capacidad de querer y entender sus actos y consecuencias”, una “tendencia al consumo excesivo de alcohol que puede exponerlo a mantener conductas desinhibidas”, sumado a un “gran sentido de autoconfianza y autoimportancia, tendiendo a satisfacer sus necesidades personales”.

La conclusión del ITF fue que “no surgen elementos de carácter concluyente que permitan afirmar ni descartar rasgos de carácter abusivo en su personalidad puesto que, si bien no se evidencia elementos perversos durante la entrevista, no ha de descartarse que los mismos puedan hallarse solapados, y que el peritado optase por brindar una autoimagen favorable”, aunque “el consumo abusivo de alcohol es un factor que puede predisponerlo a actuar en forma desinhibida y con fallas en los procesos represivos bajo sus efectos (incluyendo eventualmente la posibilidad de cometer actos como el que resulta investigado)”.

La fiscal Vidal, entendiendo que la libertad del vicario puede perjudicar el desarrollo de la investigación, solicitó la prisión preventiva, pedido que no fue tenido en cuenta por la jueza letrada de Lavalleja de 4° turno.