Tres personas fueron asesinadas en un intento de rapiña a un almacén el 23 de diciembre en Estación Floresta. Dos personas llegaron en una moto y mediante amenazas pidieron la recaudación del lugar. En circunstancias que intentan establecerse, les dispararon a las personas que estaban en el comercio. La propietaria del local, su pareja y el hijo de ambos fueron las víctimas. La hija de la dueña del lugar sobrevivió al episodio y desde entonces ha reclamado justicia por su familia.
Claudio Cancelo, de 35 años, fue señalado desde el primer momento como el presunto responsable del triple homicidio. El hombre, que estaba prófugo desde los hechos, vivía a una cuadra del almacén y conocía a la dueña del local. Cancelo se comunicó por Facebook en reiteradas oportunidades y con múltiples sentidos, desde dar el pésame por los homicidios, asegurando que él no había sido, por el vínculo cercano que tenía con la mujer asesinada, hasta provocar a la Policía y a la fiscal Tania Vidal, aunque el caso es investigado por la Fiscalía de Atlántida de 2º turno, a cargo del fiscal Ignacio Montedeocar.
El sábado, Cancelo había dicho en sus redes sociales que estaba en Brasil. Sin embargo, a través de la interceptación de su teléfono, se logró dar con su paradero. El presunto homicida pidió comida a un bar el sábado de noche y así dieron con la dirección en la que estaba escondido en Malvín Norte. El domingo se allanó la vivienda, ubicada en Alejandro Korn y Euskal Erría, y lo encontraron durmiendo con tres mujeres de 22, 24 y 34 años.
Fue detenido e imputado por homicidio muy especialmente agravado, un delito de rapiña especialmente agravado por la participación de varias personas y por haber usado armas, y un delito de lesiones personales, todo en régimen de reiteración real, todos como autor y a título de dolo directo. Se dispuso su prisión preventiva. “No fui yo, ¿me entendiste, la concha de tu madre?”, dijo Cancelo a un móvil de Subrayado tras ser imputado.
Por el caso, también fueron imputados un adolescente de 17 años y un joven de 21 años. El adolescente fue imputado por un delito de homicidio complejo muy especialmente agravado y un delito de rapiña agravada, en calidad de autor y en régimen de reiteración real entre sí. Por eso, se estableció que sea internado en el Instituto Nacional de Inclusión Social Adolescente mientras continúa la investigación. Mientras, al joven se lo imputó como coautor por estar conduciendo el vehículo en el que escaparon los autores de los homicidios.