La Fiscalía de Ciudad de la Costa de segundo turno, a cargo de la fiscal Sandra Fleitas, investiga el caso en el que un niño de dos años fue asesinado junto a su padre de 22 años en una boca de venta de drogas en Pinar Norte. Otros dos niños, de seis y ocho años, fueron baleados y un tercer niño, de tres años, resultó ileso en una balacera de más de 30 disparos. El otro adulto que iba en el vehículo, padre de los niños que sobrevivieron fue imputado por encubrimiento y omisión de asistencia.
La mujer que estaba a cargo de la boca de venta de drogas donde ocurrió el ataque fue imputada por suministro de estupefacientes y se dispuso su prisión preventiva. Según informaron desde Fiscalía, la mujer se hizo cargo de la boca de venta de drogas porque su pareja fue encarcelada hace poco.
La defensa de la mujer apeló la decisión de que espere el juicio en prisión preventiva porque está embarazada. El Tribunal de Apelaciones hizo lugar a este pedido y dispuso que espere el juicio en prisión domiciliaria con una tobillera electrónica.
La prisión preventiva es la medida cautelar más gravosa que se prevé y debe ser la última medida a tomar, aunque en lo que respecta a delitos de drogas suele ser la regla.