En jurisdicción del Municipio de Maldonado funcionan seis agrupaciones de candombe -La Generación Lubola, Kandumba Zulu, Lengue Lengue, Trafi-candombe, La Negra y La Mansa-, algunas como comparsas organizadas con sede y calendario de actividades, y otras con muchos años tocando en la capital fernandina, pero de configuración libre.
Como no existe una reglamentación sobre las actividades en la vía pública, las autorizaciones se resuelven en las reuniones del concejo, año tras año en función de las solicitudes de cada conjunto. Para la concejala frenteamplista y gestora cultural Irene Pepi Gonçalvez, los debates en ese ámbito han evidenciado que las decisiones se toman “sin la preparación para entender cómo funciona una de las expresiones musicales más elocuentes del Uruguay”.
A modo de ejemplo, mencionó que “muchas veces” llegan al Municipio quejas de vecinos que rechazan esta manifestación cultural callejera y que “presionan” para que no sean habilitadas en su barrio. Ante esas situaciones, “dos por tres” algún concejal propone trasladar los encuentros al velódromo, ubicado en las inmediaciones del Centro de Convenciones.
Se trata de “una zona totalmente alejada y separada de lo urbano y lo comunitario”, por lo que la sugerencia “desnaturaliza” el sentido del candombe y demuestra que “no se entiende” la historia y el valor de una expresión que, en 2009, fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco, opinó la concejala.
Por otro lado, remarcó que han tenido “excelentes reuniones con estos grupos en momentos en que hubo denuncias, conflictos o persecuciones racistas”. En general, han sido encuentros “sumamente positivos, por el intercambio, el respeto y la forma que tienen de manejarse las personas que lideran estas agrupaciones. ¿Por qué no dejar que las agrupaciones se autorregulen?”, planteó.
Teniendo en cuenta los citados factores y habiendo consultado a las partes involucradas y notado que les interesa generar un espacio, la concejala propuso “sustituir el sistema actual de permisos anuales para ejecutar candombe en el espacio público por una Mesa de Candombe, integrada por cuerdas y comparsas con base en el territorio municipal”.
Lineamientos del proyecto
La Mesa del Candombe tendrá como finalidad “generar condiciones para el diálogo con los vecinos y vecinas, así como autorregular las salidas a la calle”. “Es mucho más lógico que, en un contexto sin regulación de permisos, la mesa realice sus planteos y el municipio los reciba y comprenda en su verdadera dimensión”, dijo Gonçalvez.
Definió su propuesta como una forma de “abordar la importancia del candombe y buscar maneras de fortalecer y armonizar su práctica en el Municipio de Maldonado en base a lo que mandata la Ley 19.272, fomentando la participación ciudadana”.
El proyecto plantea que la mesa se reúna, como mínimo, cuatro veces por año y “todas las veces que lo considere, en forma extraordinaria, para discutir y planificar las actividades y salidas a la calle y acuerdos de convivencia con los barrios. Contará con el apoyo del municipio brindando espacio y secretaria de actas”.
Paralelamente, propone establecer un reglamento interno para el funcionamiento de la Mesa, “contemplando aspectos como la rotación de los representantes y los mecanismos de toma de decisiones”.
En cuanto al “diálogo con la comunidad”, considera necesario que las agrupaciones expliquen la importancia cultural del candombe y escuchen las inquietudes de vecinos y vecinas. “Se organizarán reuniones abiertas y foros de discusión para abordar temas de interés común y buscar soluciones consensuadas”, señala el documento, al que accedió la diaria.
Por otra parte, indica que la Mesa será responsable de autorregular las salidas de las agrupaciones, cuerdas y comparsas a la calle, “garantizando el respeto a los horarios y las normativas municipales”. Todo, buscando “minimizar” el impacto en la vida cotidiana de los vecinos y con “un sistema de comunicación interna para coordinar las actividades y resolver cualquier inconveniente que pueda surgir”.
Talleres y charlas
Gonçalvez propone, asimismo, organizar talleres y charlas sobre la historia y el valor cultural del candombe, dirigidos tanto a los miembros de las agrupaciones como a la comunidad en general. “Se fomentará la participación de jóvenes y nuevos integrantes en las actividades de candombe, promoviendo la continuidad de esta tradición”, expresa el texto.
La implementación del proyecto incluirá un presupuesto para “gastos de convocatoria y reuniones de la Mesa de Candombe, materiales y recursos para las actividades de formación y sensibilización, además de gastos administrativos y de comunicación”.
Con todo, la concejala espera que, a través de la autorregulación y la promoción de la participación comunitaria, se construya “un espacio de respeto y apreciación mutua”.