La presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, este domingo dijo que su país no se doblegará ante la presión de China y defenderá su sistema democrático.
“Nadie puede forzar a Taiwán a seguir el camino que China ha dispuesto para nosotros”, indicó Tsai en un discurso en ocasión de la fiesta nacional que conmemora la Revolución de 1911, que puso fin a largos siglos de poder imperial dinástico en China.
“Queremos una distensión de relaciones [con Pekín] y no actuaremos de manera apresurada, pero no deberían hacerse ninguna ilusión de que el pueblo taiwanés se doblegará ante la presión”, agregó Tsai, de acuerdo a lo que informó la agencia de noticias AFP.
China, que considera a Taiwán como parte integral de su territorio, amenazó en numerosas ocasiones con usar la fuerza si la isla en la que habitan más de 23 millones de habitantes proclama formalmente su independencia.
Taiwán tiene un gobierno autónomo desde la victoria de los comunistas liderados por Mao Tse Tung en el continente en diciembre de 1949. Desde ese momento, bajo el gobierno de Chiang Kai-shek, el territorio insular pasó a denominarse República de China, con un reconocimiento internacional parcial, aunque de hecho desde hace décadas se maneja en todos los ámbitos como un país independiente.
Las tensiones entre la isla y el continente crecieron a su máximo nivel en décadas con la presidencia china de Xi Jinping, que rompió la comunicación oficial con Taiwán tras la elección de Tsai como presidenta, hace cinco años.
Aviones militares chinos aumentaron sus incursiones en la Zona de Identificación de Defensa Aérea (ADIZ, por sus siglas en inglés) de la isla. En la última semana se registró el récord de unas 150 incursiones de aviones militares en esta zona, incluidos bombarderos H-6 con capacidad nuclear. Estados Unidos, un firme aliado de Taiwán, pidió a Pekín detener las provocaciones, al tiempo que las negociaciones por parte de las autoridades de la isla para adquirir armamento estadounidense están encaminadas, acción que viene siendo criticada desde Pekín.
La ADIZ no se corresponde con el espacio aéreo taiwanés, sino con una zona más amplia que en algunos casos se superpone con la China continental. Las declaraciones de la presidenta de Taiwán respecto de Pekín fueron dichas un día después de que el presidente de la República Popular China, Xi Jinping, asegurara que el país “puede conseguir y conseguirá” la integración de todo el territorio nacional chino. Aunque en anteriores ocasiones Xi no descartó el uso de la fuerza para integrar a la República Popular a Taiwán –considerada por Pekín una provincia rebelde–, en esta ocasión aseguró que seguirán el “principio básico de reunificación pacífica”.
“La reunificación nacional por medios pacíficos es el interés general de la nación china, incluidos nuestros compatriotas de Taiwán”, indicó el mandatario, que volvió a mencionar el marco de “un país, dos sistemas” –aplicado en los territorios de Hong Kong y Macao, que contempla autonomía en diversas áreas, pero pertenencia a China– como opción para la isla. El presidente chino llamó a los “compatriotas a ambos lados del estrecho” de Taiwán a que “se pongan en el lado correcto de la historia”, y advirtió que quienes promocionan la independencia de Taiwán –en clara alusión a Estados Unidos– son “el mayor obstáculo” para la reunificación y un “grave peligro”.