En una conferencia de prensa que ofreció en Ankara después de reunirse con el primer ministro sueco, Ulf Kristersson, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, deslizó la idea de que la ratificación del ingreso de Suecia y Finlandia en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) debería ser abordada en el Parlamento turco después de las elecciones generales de junio, es decir, no antes de julio de 2023.
“Hay tiempo hasta julio y tenemos unas elecciones en junio; nosotros tenemos que estar muy tranquilos antes de estas elecciones”, dijo Erdogan, según informaron agencias internacionales.
“Esperamos tener un panorama más positivo cuando se celebre la reunión conjunta en Estocolmo hacia finales de mes”, dijo el mandatario turco, sin precisar la fecha, y afirmó que “desea sinceramente la adhesión de Suecia” a la Alianza Atlántica.
Erdogan agregó que durante la reunión con su par nórdico le transmitió la inquietud de su gobierno de que Suecia trabaje para contrarrestar las amenazas de “terrorismo” antes de aprobar la solicitud sueca de unirse a la alianza militar.
“Entendemos sus preocupaciones de seguridad y queremos que Suecia responda a las nuestras”, agregó Erdogan. El primer ministro sueco dijo que entiende la lucha de Turquía contra el “terrorismo” y prometió responder a sus solicitudes.
Tras la invasión rusa a Ucrania, los gobiernos de Suecia y Finlandia decidieron terminar con su histórica postura de no alineación militar y pidieron ser aceptados como miembros de la OTAN.
Erdogan exigió que Estocolmo y Helsinki extraditen a miembros del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), que luchó contra el Estado turco durante décadas y es considerado un grupo terrorista por Ankara y sus aliados occidentales.
Turquía acusó particularmente a Suecia de indulgencia hacia el PKK y su rama siria, las Unidades de Protección del Pueblo (YPG).
El PKK está en la lista negra de Ankara y la mayoría de sus aliados occidentales. Pero el YPG ha sido un actor clave en la alianza militar liderada por Estados Unidos que combate a Estado Islámico en Siria.
Pese a los dichos de Erdogan, Kristersson describió la reunión de este martes con Erdogan como “muy productiva”.
“Suecia cumplirá con todas las obligaciones contraídas con Turquía para contrarrestar la amenaza terrorista”, dijo el jerarca nórdico, de acuerdo a lo que consignó la cadena Al Jazeera.
“Mi gobierno fue elegido hace apenas unas semanas con el mandato de anteponer la ley y el orden. Y esto incluye la lucha contra el terrorismo y las organizaciones terroristas como el PKK en Suecia”, agregó.
Si bien Suecia expresó en el pasado su apoyo a las YPG y su ala política, el gobierno de Kristersson, integrante del centroderechista Partido Moderado, parece estar distanciándose de esta postura.
El Parlamento sueco comunicó que la semana que viene votaría una enmienda constitucional que permitiría fortalecer las leyes “antiterroristas”, una demanda clave de Turquía.
La enmienda permitiría nuevas leyes para “limitar la libertad de asociación de grupos involucrados en terrorismo”, dijo el Parlamento en un comunicado, y agregó que la votación estaba programada para el 16 de noviembre.
El secretario general de la OTAN, el noruego Jens Stoltenberg, visitó Ankara la semana pasada para defender el ingreso de Suecia y Finlandia en la alianza y dijo que su adhesión “enviaría un mensaje claro a Rusia”.
Stoltenberg enfatizó que los dos países habían acordado dar concesiones a Turquía en junio, que incluían abordar su solicitud de deportación o extradición de “sospechosos de terrorismo”.
El presidente finlandés, Sauli Niinisto, dijo en una conferencia de prensa el lunes que esperaba unirse a la OTAN “en un tiempo razonable”.
En agosto, Suecia anunció que había decidido extraditar a Turquía a un hombre que era buscado por fraude. La medida fue el primer caso desde que Turquía exigió colaboración en las extradiciones de Estocolmo, pero Ankara sigue considerando las acciones tomadas por Suecia como insuficientes.