Seis personas murieron y 81 resultaron heridas tras una explosión ocurrida en la tarde del domingo en la avenida İstiklal, una concurrida calle peatonal de Estambul, en un atentado con bomba que el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, describió como un acto de terrorismo.
Antes de partir hacia la cumbre del G20 de Bali, el mandatario calificó el ataque de “traicionero” y agregó: “Los responsables serán castigados”. Erdogan dijo que las investigaciones continuaban, pero los informes iniciales sugerían un acto de terrorismo. “La primera información que nos proporcionó el gobernador [de Estambul] sugiere que se trató de un acto de terrorismo”, afirmó.
Si bien el centro de Estambul fue blanco de ataques de separatistas kurdos y grupos radicales islámicos en el pasado reciente, hasta ahora ninguna organización reivindicó el ataque.
Cinco fiscales fueron asignados para investigar la explosión, informó la agencia de noticias estatal Anadolu.
El defensor del pueblo de los medios de comunicación de Turquía, RTÜK (por sus siglas en turco), prohibió temporalmente informar sobre la explosión, impidiendo que las emisoras muestren el momento en que se produjo la explosión o las consecuencias inmediatas, “para evitar transmisiones que puedan crear miedo, pánico y agitación en la sociedad y puedan servir a los propósitos de organizaciones terroristas”. Además, de acuerdo a lo que informó el diario inglés The Guardian, usuarios de las redes sociales denunciaron que el acceso a Twitter se limitó.
El Parlamento turco aprobó recientemente, a instancias del gobierno de Erdogan, una nueva ley que prohíbe la “desinformación”, según la cual los usuarios de las redes sociales o los periodistas acusados de violarla podrían ser encarcelados hasta por tres años. El jefe de RTÜK, Ebubekir Şahin, advirtió a los ciudadanos que no difundan información errónea sobre el ataque. “Estamos siguiendo de cerca los acontecimientos. Por favor, no confíe en información de fuentes poco claras. Obtengamos información de fuentes confiables. No difundamos información falsa sin saberlo”, dijo el funcionario.
La avenida İstiklal es una calle con mucha actividad comercial de todo tipo, frecuentada por los habitantes de Estambul y también por los turistas. El alcalde de la ciudad, Ekrem İmamoğlu, del opositor Partido Popular Republicano, visitó el lugar tras la explosión, que se produjo a menos de 200 metros de la sede de su sector político.
Entre 2015 y 2017 Turquía fue golpeada por una serie de atentados mortales por parte de Estado Islámico y también de grupos kurdos.
Entre los ataques hubo uno perpetrado también en la avenida İstiklal por un suicida con bomba en marzo de 2016, que mató a cinco personas e hirió a 36.
En enero de ese año, un suicida mató a 13 personas en el concurrido distrito de Sultanahmet, también situado en Estambul. En junio, atacantes armados con armas automáticas y cinturones explosivos atacaron la entrada del aeropuerto Atatürk de Estambul, matando a 45 personas además de los atacantes e hiriendo a más de 230; la acción se atribuyó a Estado Islámico.