El 19 de diciembre, el primer ministro de los Países Bajos, Mark Rutte, dará un discurso en el que en nombre del estado neerlandés pedirá disculpas formales por el papel activo que el país tuvo durante 250 años respecto a la esclavitud.
El mismo día está previsto que otros ministros del gobierno hagan lo mismo en territorios que fueron colonias, o que aún están bajo la tutela de los Países Bajos, como Surinam, y las islas de Aruba, Bonaire, Curazao, San Eustaquio, Saba, y Saint Maarten, todas ellas situadas en el Mar Caribe.
Según un informe parlamentario consignado por la cadena de radiodifusión neerlandesa NOS, citado por el diario inglés The Guardian, el mensaje que emitirán Rutte y los ministros tendrá como objetivo “hacer justicia al significado y la experiencia de la esclavitud pasada”. De acuerdo con estimaciones, Países Bajos fue responsable de la esclavitud de más de 600.000 personas provenientes de África y Asia, aproximadamente 5% de los 12 millones esclavizados por los estados europeos entre el siglo XVII y el XIX. Según trascendió, el pedido de disculpas estará acompañado de planes que incluyen 200 millones de euros para proyectos de sensibilización sobre la discriminación y 27 millones de euros para un museo de la esclavitud.
Sin embargo, grupos como la Comisión Nacional de Reparación de Surinam, país que fue colonizado por los neerlandeses, ya levantaron la voz porque entienden que el gobierno de Rutte está actuando de manera “apresurada y empañada”, ya que en ningún momento consultó el tema con las autoridades de los territorios en los que se pedirá disculpas, algo que se puede interpretar como un resabio de colonialismo. El presidente de esta entidad, Armand Zunder, cree que el gobierno neerlandés se está moviendo demasiado rápido con el proceso de disculparse por su pasado esclavista. Zunder quiere que todos los involucrados, incluidos los nativos y descendientes de personas esclavizadas en Surinam, tengan voz en la formulación de la disculpa, ya que, según él, si eso no sucede, existe el riesgo de que los involucrados no acepten la disculpa
Pero, además, de acuerdo a lo que informó la agencia Efe, la cuestión del pedido de disculpas no es unánime en Países Bajos. Si bien algunos entienden que el pedido de disculpas oficial contribuirá a promover la igualdad entre la población, algunos entienden que el acto protocolar será algo vacío. Paralelamente, una investigación hecha por la agencia local I&O Research mostró que los neerlandeses que creen que el Estado debe pedir disculpas por el pasado de esclavitud creció en los últimos tiempos, la mayor parte de la sociedad sigue estando en contra de esa idea.
A principios de año, 31% de los neerlandeses estaban a favor de pedir disculpas, mayormente entre la población con orígenes en países colonizados, y 55% estaban en contra. Estos porcentajes son ahora de 38 y 49 por ciento respectivamente. El apoyo sigue siendo entre personas con antecedentes migratorios, que lo ven como “una muestra de reconocimiento”.
Sin embargo, desde algunos sectores la presión fue creciendo para que el gobierno pida disculpas y el propio Parlamento hizo mucha fuerza para que esto así sea. Un tema que pesó fue la visita que un grupo de parlamentarios realizaron a Surinam, Curazao y Bonaire en octubre.
Un mes antes, Rutte también había hecho una visita a Surinam y ahí prometió que el año que viene se dedicará en su totalidad al reconocimiento del sufrimiento afligido durante la época colonial, debido a que en 2023 se conmemorará el 150º aniversario de la abolición de la esclavitud en las colonias neerlandesas.
El paso dado por el gobierno neerlandés vendrá luego de que, durante el último año y medio, los alcaldes de las ciudades de Ámsterdam, Róterdam, Utrecht y La Haya, así como la dirección del De Nederlandsche Bank, pidieron disculpas por el papel y el enriquecimiento que tuvieron gracias a la esclavitud.