Los líderes del grupo de militares que dieron el golpe de Estado en Níger acusaron el miércoles a Francia de violar su espacio aéreo.
De acuerdo a las declaraciones difundidas por los altos mandos castrenses nigerinos consignadas por AFP, en las primeras horas de la mañana del miércoles un avión militar francés partió desde la ciudad de Yamena, capital de Chad, y rompió contacto con el control de tráfico aéreo al ingresar al espacio aéreo de Níger, en el que estuvo aproximadamente cuatro horas. Níger cerró su espacio a comienzos de esta semana por temor a una incursión militar desde el exterior.
Los militares que derrocaron el 26 de julio al presidente Mohamed Bazoum, que desde entonces se encuentra bajo arresto domiciliario, también denunciaron al gobierno francés que encabeza Emmanuel Macron de liberar a cerca de una veintena de militares yihadistas para que intenten aumentar la tensión en Níger, acusación que fue denegada enfáticamente desde París.
Paralelamente, medios africanos informaron que este miércoles llegaron a Niamey, la capital de Níger, dos representantes del gobierno de la vecina Nigeria para entablar los primeros contactos tendientes a buscar una salida negociada. En primera instancia, el martes, había trascendido que los militares de Níger se negaron a recibir a representantes de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (Cedeao), organismo que había dado plazo hasta el domingo para la restitución del mandatario depuesto.
Los países que integran la Cedeao, con Nigeria a la cabeza, que por otra parte es el principal proveedor de energía de Níger, quieren que Bazoum vuelva al poder porque durante su mandato había tenido un éxito relativo en contener las acciones en el país de grupos armados vinculados a Estado Islámico y Al Qaeda, que operan en la totalidad de los países de la región del Sahel, una franja de territorio desde el océano Atlántico al mar Rojo, que se extiende por todo el centro de África.
El jueves las autoridades de los países de la Cedeao se volverán a reunir en Abuya, la capital nigeriana, para tratar exclusivamente los pasos a seguir respecto de la situación en Níger.
Según informó la cadena panárabe con sede en Qatar Al Jazeera, el presidente de Nigeria, Bola Tinubu, que también lidera la Cedeao, impuso el martes una serie de sanciones tendientes a afectar la ya de por sí débil economía de Níger con la finalidad de presionar a los golpistas y reiteró, haciendo alusión a una posible intervención militar, que todas las opciones están todavía sobre la mesa.
El golpe de Estado en Níger significó un golpe duro para muchos países de Occidente, que veían en ese país uno de los últimos socios democráticos de la región. El actor externo más preocupado por esta situación es Francia, que en los últimos años comenzó a perder influencia de manera acelerada en las que fueron sus colonias, que desde hace décadas le aportan materias primas, por lo que la región es considerada un área geopolítica clave. A pesar de ser uno de los países más pobres de la Tierra, Níger es considerado importante tanto por las potencias occidentales como por Rusia y por China, en virtud de su relevancia en varios aspectos, entre ellos sus enormes reservas de uranio, que constituyen el 5% de todas las que existen en el mundo.
Desde Estados Unidos, el martes el secretario de Estado, Antony Blinken, dijo que había hablado con Bazoum para tenerlo al tanto de los esfuerzos que se están haciendo para encontrar una solución pacífica a la crisis. “Estados Unidos reitera nuestro llamado para la liberación inmediata de él y su familia”, escribió Blinken en sus redes sociales.