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Edificio residencial cuyos dos pisos superiores fueron alcanzados por un ataque israelí, el 24 de setiembre, en el área de Ghobeiri, sur de Beirut.

Foto: AFP

Tras dos días de ataques israelíes en Líbano, al menos 569 personas fueron asesinadas y miles resultaron heridas

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El embajador israelí en la ONU negó que su país vaya a invadir a su vecino y dijo preferir “una solución diplomática”.

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Leído por Andrés Alba.
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Al menos 569 personas murieron, incluidos 50 niños y 94 mujeres, en los ataques israelíes contra territorio libanés que empezaron el lunes, dijo el martes el ministro de Salud del Líbano, Firass Abiadtells, en declaraciones a la señal televisiva Al Jazeera Mubasher.

En el contexto de los intensos bombardeos israelíes, el lunes fue el día en el que se registraron más víctimas fatales en Líbano desde la cruenta guerra civil entre árabes y cristianos, que se desarrolló entre 1975 y 1990.

Las incursiones ofensivas de Israel prosiguieron este martes. En dos días el ejército israelí atacó más de 1.500 objetivos de Hezbolá en 200 zonas del Líbano.

Por su parte, voceros de Hezbolá dijeron que en las últimas 48 horas lanzaron más de 300 cohetes disparados desde el Líbano sobre Israel. Los portavoces de la organización chíi pro iraní agregaron que lograron impactos sobre 16 sitios en todo el norte de Israel, incluida la base naval de Atlit, que está al sur de la ciudad de Haifa.

La escalada hace ver como muy posible la declaración de una guerra total entre Israel y Hezbolá, que tuvieron su último enfrentamiento bélico directo en julio y agosto de 2006, conflicto llamado Guerra del Líbano y que los israelíes denominan Segunda Guerra del Líbano. En aquella ocasión, las fuerzas israelíes invadieron el sur del Líbano y en total murieron algo más de 1.100 personas.

Precisamente, la cuestión de una posible invasión de Israel al territorio libanés estuvo flotando en el ambiente en la sesión de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Nueva York.

Sobre este tema, habló el embajador israelí ante la ONU, Danny Danon, quien descartó esa opción, al afirmar: “No tenemos apuro por empezar ninguna invasión terrestre. No quiero enviar a mi hijo ni al hijo de nadie a luchar en suelo extranjero. Aunque estamos determinados a proteger a los civiles de Israel, preferimos una solución diplomática”, expresó Danon, de acuerdo con lo que consignaron agencias internacionales.

Pero pese a las palabras del representante israelí, en este escenario de gran incertidumbre una invasión terrestre no puede descartarse. Este martes medios israelíes dejaron trascender a la prensa que en las últimas horas había finalizado un gran ejercicio de infantería simulando las condiciones del sur del Líbano.

Por su parte, Avi Issacharoff, un reconocido periodista israelí especializado en asuntos militares y de Medio Oriente publicó una columna en el medio Ynet, en la que planteó que, en el escenario actual, Israel tiene dos posibilidades: una es llegar a una tregua en la Franja de Gaza con un intercambio de rehenes por prisioneros y a la vez alcanzar un alto al fuego con Hezbolá; y la otra es una larga guerra que incluirá el intento de conquistar la zona sur del Líbano, que es el bastión de Hezbolá. Si bien el escenario es impredecible, las señales más claras son que Israel va a escalar y probablemente invadir.

Esta opción se podría evitar si Hezbolá mantiene su moderación y no ataca ciudades israelíes, y si el presidente estadounidense, Joe Biden, ejerce una enorme presión sobre el gobierno de Benjamín Netanyahu. Esto es poco factible, ya que el líder del Likud está firmemente interesado en prolongar la guerra todo lo posible.

Este martes el ministro de Relaciones Exteriores libanés, Abdallah Bou Habib, expresó su decepción con los comentarios del presidente estadounidense, Joe Biden, sobre la escalada de la crisis entre el Líbano e Israel, pero dijo que todavía tenía esperanzas de que Washington pudiera intervenir para ayudar a resolver la situación. De acuerdo con lo que consignó Reuters, el funcionario del gobierno del Líbano dijo que el discurso de Biden en la Asamblea General de la ONU “no fue fuerte, no es prometedor, pero todavía tengo esperanzas. Estados Unidos es el único país que realmente puede marcar la diferencia en Medio Oriente y con respecto al Líbano”.

En este marco es relevante la postura de Irán, el mayor enemigo de Israel en Medio Oriente y a la vez el principal apoyo a todo nivel de Hezbolá. Este martes en la ONU, el presidente de Irán, Masoud Pezeshkian, dijo que el mundo está siendo testigo de la “verdadera naturaleza del régimen israelí” durante todo este año. En esa línea, instó a la comunidad internacional a lograr un alto el fuego permanente en Gaza, y “el fin de la barbarie desesperada” de Israel en el Líbano “antes de que devore la región y el mundo”.

El presidente iraní dijo que el “terrorismo de Estado” israelí de los últimos días en el Líbano “no puede quedar sin respuesta”. “La responsabilidad de todas las consecuencias recaerá en aquellos gobiernos que han frustrado todos los esfuerzos globales para poner fin a esta horrible catástrofe”, manifestó el mandatario de la república teocrática.

Si bien las operaciones israelíes de la semana pasada que mataron a decenas de personas e hirieron a miles en un sofisticado ataque contra las comunicaciones de Hezbolá generaron un clima de triunfalismo en Israel, este martes el diario Haaretz cambió el tono al divulgar declaraciones de una fuente militar que explicó, aun con los duros golpes recibidos, que Hezbolá tiene la capacidad de lanzar decenas de miles de misiles sobre el territorio israelí si decide hacerlo. El militar agregó también que, además de tener un enorme arsenal, Hezbolá cuenta con miles de cuadros militares dispuestos a reemplazar a muertos y heridos, entre otros combatientes de milicias chiitas de Irak y Siria que participaron en la guerra en este último país.

También este martes The Wall Street Journal publicó una nota en la que indica que, a pesar de que las fuerzas israelíes destruyeron muchas armas enemigas en los últimos días, la milicia chií libanesa cuenta con algunas armas “peligrosas”, y menciona específicamente un misil antitanque avanzado del ejército iraní llamado Almas, que fue desarrollado mediante ingeniería inversa del misil antitanque israelí Spike. Según se especula, un misil de este tipo fue capturado en la Segunda Guerra del Líbano en 2006 y Hezbolá lo transfirió a Irán, que se encargó de desarrollar el arma.

“Almas”, que quiere decir “diamante” en persa, es un tipo de arma similar a otros misiles antitanque avanzados que existen, como por ejemplo, el Javelin estadounidense, que está siendo utilizado por los ucranianos en su guerra contra Rusia.

Según el informe publicado por The Wall Street Journal, Hezbolá ya empleó esta arma en los últimos años para lanzar ataques más precisos. El primer uso documentado fue en enero de este año, cuando la organización libanesa publicó documentación sobre el lanzamiento de un misil de este tipo contra radares y otros equipos del ejército israelí en la zona fronteriza.

Además, el diario estadounidense informó que en los últimos meses Hezbolá intensificó su preparación ante la posibilidad de una guerra total con Israel. Fuentes conocedoras de la conducta de la organización islámica dijeron al periódico estadounidense que la milicia amplió su red de túneles en el sur del Líbano, cambió las posiciones donde están estacionados sus combatientes y aumentó el contrabando de armas provenientes desde Siria.

Mientras esto pasa en el Líbano, las autoridades de la Unión Europea (UE) reclamaron públicamente por la escalada. El jefe de política exterior de la UE, el español Josep Borrel, dijo que la población libanesa está pagando un “precio muy alto” en el contexto de la escalada. “Los ataques aleatorios que afectan a civiles son incompatibles con las leyes de la guerra”, dijo Borrell en una entrevista con la emisora española RTVE.

En la misma línea, se expresó el presidente del Consejo Europeo, el belga Charles Michel, quien dijo que Israel tenía derecho a existir y defenderse sin infligir un “castigo colectivo” a los civiles que viven en zonas objetivo de sus militares. “Israel tiene derecho a defenderse. Israel tiene derecho a existir y apoyamos el derecho de Israel a existir y a defenderse”, dijo Michel en un evento efectuado al margen de la Asamblea General de la ONU. “Pero defenderse no significa un castigo colectivo. Necesita un principio de proporcionalidad”, agregó Michel.

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