El megaproyecto minero Dominga para la extracción de hierro, que en los últimos años fue objeto de protestas y debate en Chile, fue rechazado este jueves por un comité especial de ministros, presidido por la cartera de Medio Ambiente, que lo consideró riesgoso para una zona de gran biodiversidad.
Un mes antes, un tribunal aceptó una demanda de la empresa Andes Iron, impulsora de la iniciativa, contra una decisión del gobierno emitida en 2023 que también la rechazaba. Los jueces ordenaron que se revieran ciertos aspectos y afirmaron que aquella decisión gubernamental incluía “pronunciamientos contradictorios e incoherentes” emitidos fuera del plazo legal.
Ante esos reclamos, el gobierno revisó una vez más el proyecto. El comité que estuvo a cargo de hacerlo –integrado también por los ministerios de Economía y Finanzas, Salud Pública, Industria, Energía y Minería y Agricultura, Ganadería y Pesca– manifestó que la iniciativa excluyó “indebidamente” observaciones de la Corporación Nacional Forestal “sobre las especies endémicas en peligro de extinción” y que no cuenta con un plan de prevención de contingencias y emergencias suficiente para los riesgos de derrame de hidrocarburos que supone.
“Además, tampoco considera un plan de prevención de contingencias y emergencias para vertimientos de concentrados de hierro en el transporte marítimo. Lo anterior es de suma relevancia, toda vez que el proyecto se ubica en un área de características únicas, sirviendo de hábitat para especies como el pingüino de Humboldt y cetáceos en categorías de conservación, que actualmente se encuentra protegida, todo lo cual disminuye la tolerancia aceptable al riesgo”, manifestó en un comunicado el comité.
La ministra de Medio Ambiente, Maisa Rojas, destacó que “esta es una zona de relevancia mundial con alto valor ecológico” y agregó: “Es considerado uno de los diez ecosistemas marinos más importantes del mundo”.
El proyecto Dominga tuvo otras polémicas en años pasados. La investigación periodística conocida como Pandora Papers reveló que el expresidente Sebastián Piñera le había vendido sus acciones en este proyecto a un amigo muy cercano, Carlos Alberto Délano, y que lo había hecho en un paraíso fiscal, las Islas Vírgenes Británicas. Ese negocio tuvo lugar en 2010, el año en que Piñera inició su primera presidencia. Esto puso en cuestión las decisiones que los gobiernos del expresidente pudieran adoptar sobre el proyecto.
El martes, en Santiago, hubo manifestaciones a favor y en contra del proyecto Dominga, que al tiempo que es cuestionado por su impacto medioambiental, también es defendido por sectores económicos que se pueden ver beneficiados por esta iniciativa de 2.500 millones de dólares. El plan incluye, además de la extracción de hierro a cielo abierto, la construcción de un puerto en la localidad de La Higuera, una planta de tratamiento y una desalinizadora de agua.
Según informó el diario La Tercera, ante el rechazo del gobierno al proyecto, la empresa manifestó en una declaración pública que “la actuación del Comité de Ministros marca un nefasto precedente nunca visto en la historia de Chile en materia de tramitación ambiental”. Acusó a ese comité de incumplir lo ordenado en la sentencia judicial de diciembre, afirmó que el proyecto “cumple cabalmente todas las condiciones exigidas por la institucionalidad ambiental” y anunció nuevas acciones legales.