En dos conversaciones con líderes internacionales, el presidente ruso, Vladimir Putin, se cuestionó que sea posible negociar en este momento un acuerdo con Ucrania y responsabilizó al gobierno de Volodímir Zelenski por esta situación.
En su primera charla telefónica con el papa León XIV, Putin “llamó especialmente la atención sobre que el régimen de Kiev apuesta por una escalada del conflicto al realizar actos subversivos contra la infraestructura civil en territorio ruso”, informó el Kremlin en un comunicado.
Durante otro diálogo, el que mantuvo con Donald Trump, Putin le transmitió a su par estadounidense que responderá a los más recientes ataques ucranianos. Según manifestó Trump en su red Truth Social, esta “fue una buena conversación, pero no una que conduzca a una paz inmediata”. Uno de los puntos positivos para Trump fue la voluntad que manifestó Putin de involucrarse en las conversaciones de Estados Unidos con Irán sobre el programa nuclear de Teherán.
Acerca de Ucrania, “el presidente Putin afirmó, con mucha firmeza, que tendrá que responder al reciente ataque a los aeródromos”, agregó Trump. Se refería a la llamada Operación Telaraña, con la que Ucrania destruyó varios bombarderos rusos y causó daños a otros mediante ataques con drones contra cinco aeropuertos militares. En la charla, Trump le manifestó a Putin que Estados Unidos no fue advertido por el gobierno de Zelenski sobre esa ofensiva.
Este miércoles, en un discurso televisado, Putin acusó al gobierno ucraniano de incurrir en acciones terroristas contra civiles en Rusia. Dijo que al tiempo que Kiev sufre “grandes pérdidas” en el frente militar, se lanzó a “organizar atentados teroristas” en “un intento de amedrentar a Rusia”.
Se refería al descarrilamiento de dos trenes, ocurridos el fin de semana, que Moscú atribuye a acciones ucranianas. Ocurrieron en dos regiones fronterizas, Briansk y Kursk, y dejaron siete muertos y más de un centenar de heridos.
“Todos los crímenes que fueron cometidos contra civiles, entre ellos mujeres y niños, en víspera de una nueva ronda de negociaciones de paz propuesta por nosotros en Estambul, estaban, sin lugar a dudas, dirigidos a torpedear el proceso negociador”, dijo Putin.
“Al mismo tiempo, piden cesar las acciones militares durante 30 o incluso 60 días. Piden una reunión al máximo nivel. Pero ¿cómo celebrar en estas condiciones una reunión como esa? ¿Para hablar de qué? ¿Quién conversa con aquel que apuesta por el terror, con terroristas?”, agregó.
Para el presidente ruso, este tipo de ataques justifican el temor ruso de que “el régimen ilegítimo de Kiev, que usurpó el poder, se convierta gradualmente en una organización terrorista y sus patrocinadores en cómplices de los terroristas”. También consideró que Ucrania reclama una tregua para conseguir más armas del exterior y “preparar otros actos terroristas”. En su lugar, el gobierno ruso pretendía un cese del fuego breve, de “dos o tres días”, para que los dos bandos pudieran recoger los cuerpos de sus muertos.
Además, Rusia presentó el lunes a Ucrania un memorándum con una serie de demandas para una salida negociada al conflicto. Incluían que Kiev reconociera la anexión a Rusia de cinco regiones, una de ellas la península de Crimea; que renunciara a integrar organizaciones militares, como la OTAN; que redujera su ejército, y que convocara a elecciones para un cambio de gobierno. Kiev rechazó estos puntos, y hasta este miércoles los contactos entre los dos países sólo avanzaron hacia intercambios de prisioneros.
“Un memorando debería tener dos partes, no sólo una que exija algo. No puede llamarse memorando. Es un ultimátum”, dijo este miércoles Zelenski, que se mostró dispuesto a continuar con las negociaciones en el país que Rusia elija como sede de esos encuentros. Sin embargo, concluyó: “Putin no quiere paz sino ultimátums y la ocupación total de Ucrania, así como de los territorios de Bielorrusia, Moldavia, Lituania y Letonia. Kazajistán, me parece, podría ser lo siguiente”.
Zelenski pidió a sus aliados, reunidos en el Grupo de Contacto, que ejerzan más presión sobre Rusia, “con todas las herramientas disponibles” para forzar al gobierno de Putin a aceptar la paz.
La semana pasada fue Rusia la que intensificó sus ataques contra Ucrania mientras conversaba con Trump sobre un eventual acuerdo para una salida pacífica al conflicto. En ese contexto, Trump afirmó que el presidente ruso se había vuelto “loco”, amenazó a Rusia con sanciones y con “cosas muy malas”, y dijo que se estaba “matando a mucha gente”. En respuesta, el portavoz presidencial ruso, Dmitri Peskov, manifestó que, al igual que Estados Unidos, Rusia tiene sus intereses nacionales que defender.