El domingo fue uno de los días más mortíferos que las autoridades sanitarias de Gaza registraron en los últimos meses. Al menos 94 palestinos fueron asesinados por ataques israelíes mientras intentaban obtener ayuda alimentaria.
El incidente con más víctimas ocurrió en el extremo norte de Gaza, cerca de la zona fronteriza israelí de Zikim, donde al menos 81 palestinos fueron alcanzados por balazos mientras se lanzaban sobre bolsas de alimentos que llegaban desde Israel, enviadas por el Programa Mundial de Alimentos (PMA), la mayor organización humanitaria del mundo, que funciona bajo la órbita de las Naciones Unidas.
Medios internacionales consignaron que la Media Luna Roja Palestina informó que las fuerzas militares israelíes habían “atacado a civiles que esperaban ayuda humanitaria” al norte de Beit Lahia. La organización indicó que un hospital improvisado en la ciudad de Gaza que gestiona había recibido a 95 personas heridas, algunas de las cuales se encontraban en estado crítico.
Las autoridades sanitarias de Gaza, que son controladas por la organización islamista Hamas, agregaron que 130 cadáveres y 495 heridos habían llegado a hospitales de la Franja de Gaza en las últimas 24 horas.
Por su parte, en un comunicado, voceros militares israelíes comentaron el incidente en la zona de Zikim. Informaron que sus tropas se encontraron con miles de palestinos reunidos en el lugar y “dispararon tiros de advertencia para eliminar una amenaza inmediata que se les planteaba”. El Ejército israelí dijo que estaba examinando el incidente, pero que “una revisión inicial sugiere que el número de víctimas reportadas no coincide con la información” que ellos tenían. En su comunicado, el Ejército dijo, además, que Hamas está “trabajando para generar fricción en la zona”.
Desde mayo, el PMA viene entregando ayuda alimentaria a Gaza como parte de un programa independiente del sistema de distribución de alimentos llevado adelante por una empresa privada estadounidense, la Fundación Humanitaria de Gaza (FHG), con el apoyo de las autoridades israelíes.
En las últimas semanas, mucha de la ayuda que envió el PMA no llegó a sus destinatarios porque los camiones fueron saqueados por bandas de delincuentes armados y por multitudes famélicas ni bien ingresaron al territorio gazatí.
En un comunicado, el PMA afirmó que en la mañana del domingo un convoy de 25 camiones había sido liberado de los puestos de control israelíes para entrar en Gaza, cuando se encontró con una multitud masiva de “civiles hambrientos” y luego fue atacado.
“El PMA reitera que cualquier violencia que involucre a civiles que buscan ayuda humanitaria es completamente inaceptable”, declaró la organización. “Seguimos pidiendo la protección de todos los civiles y trabajadores humanitarios que brindan asistencia vital”, concluyeron.
Desde la FHG negaron su implicación en el incidente del cruce de Zikim y pidieron que incidentes como este se investiguen con “el mismo rigor que recibe su entidad, ya que comprender el panorama completo es esencial para proteger a los civiles y mejorar la entrega de ayuda”.
En este contexto, el Ejército israelí emitió una advertencia a los residentes de Gaza para que no vuelvan a las comunidades del norte de la Franja, donde, según informaron, las fuerzas estaban operando “con extrema intensidad”.
Además, de acuerdo a lo que informaron medios israelíes, el Ejército informó que lanzó una nueva operación terrestre sobre Deir al-Balah, una ciudad del centro de Gaza, una zona en la que había evitado hasta ahora ingresar por temor a que pudiera haber rehenes allí que fueran heridos en los combates.
En cuanto a las negociaciones que funcionarios de Israel y Hamas están teniendo de manera indirecta en Doha, la capital de Qatar, por ahora los avances son pocos, aunque los contactos mediados por funcionarios qataríes, estadounidenses y egipcios prosiguen.
Por lo pronto, autoridades israelíes informaron el domingo que postergaron el envío de una delegación de alto nivel a Doha, a pesar del creciente optimismo sobre un posible acuerdo sobre una tregua.
De acuerdo a lo que informó el portal israelí Ynet, fuentes familiarizadas con las negociaciones afirmaron que la opción de enviar funcionarios a Qatar está “completamente descartada” por ahora, y no hay una fecha fijada para alcanzar un acuerdo.
La declaración se produjo en medio de informes sobre la reducción de las diferencias entre las partes. Tampoco se espera que Steve Witkoff, enviado especial del presidente estadounidense, Donald Trump, viaje a Doha en este momento. “Esa es la señal más importante”, afirmó una fuente.