En la conferencia de prensa que ofreció este miércoles en la sede del gobierno, la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum volvió a negar –tal como lo había hecho un día antes– que en la frontera norte esté en marcha un “operativo especial” de la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, y reclamó que la entidad dependiente de la Casa Blanca dé una explicación de por qué publicó un comunicado referente al denominado proyecto Guardián.
“El comunicado no tiene nada que ver con la realidad. No sé cuál es su intención al decir que hay un operativo especial en la frontera, cuando no lo hay. En todo caso, ellos deberían decir cuál es su intención”, expresó la mandataria izquierdista de manera enfática, según lo consignado por el diario La Jornada. “Lo que hay es el acuerdo de seguridad que está por culminarse con el Departamento de Estado”, agregó Sheinbaum.
En este sentido, la presidenta manifestó que es “probable” que el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, visite México antes de fin de año para “poder cerrar” el acuerdo de seguridad entre ambos países.
Volviendo al cruce con la DEA, Sheinbaum dijo que desconoce el objetivo o interés que tenga la entidad estadounidense, que tuvo un marcado distanciamiento de México durante el gobierno de su predecesor, Andrés Manuel López Obrador, al haber informado sobre el supuesto Proyecto Guardián, en colaboración con el gobierno de México.
“¿Qué interés tiene la DEA en publicar lo que publicó hace dos días? No lo sé; probablemente querer decir que cambiaron las cosas. Lo que tiene que quedar muy claro al pueblo de México es que la presidenta nunca va a poner en riesgo la soberanía, jamás; que colaboramos, nos coordinamos, pero nunca va a haber subordinación”, agregó.
En sus declaraciones a los medios, Sheinbaum recordó que cuando el país fue gobernado por ejecutivos neoliberales de derecha hubo una clara intromisión de las agencias de Estados Unidos de manera directa en los operativos en México, incluida la DEA, sobre todo en el sexenio del “espurio” Felipe Calderón, que fue quien declaró la denominada “guerra al narco” durante su administración (2006-2012).
Pero la presidenta remarcó que esto cambió a partir de la pasada administración. “Nosotros no permitimos eso; desde el período del presidente [Andrés Manuel] López Obrador se puso un límite. Las operaciones que tienen que ver con la seguridad del país son un asunto de las fuerzas federales, estatales o municipales, pero son un asunto de México, de nuestras instituciones”, expresó Sheinbaum, y agregó: “Se puede colaborar en el sentido de que den información, ellos tienen agentes en México que deben cumplir con la ley de seguridad nacional y, ahora, con la adición que hicimos al artículo 40 de la Constitución. Pero no pueden estar operando en el territorio”.
En el comienzo de esta semana, la DEA anunció en un comunicado la puesta en marcha del proyecto Guardián, una presunta operación bilateral con México cuyo objetivo es desmantelar a los operadores de la frontera que controlan los corredores de contrabando en la región suroeste.
De acuerdo con la agencia antidrogas estadounidense, estos actores, conocidos como gatekeepers y considerados piezas clave dentro de las estructuras de las organizaciones dedicadas al narcotráfico, dirigen la introducción de fentanilo, metanfetaminas y cocaína en Estados Unidos, al mismo tiempo que supervisan el flujo de armas y dinero en efectivo que vuelve a territorio mexicano.
La estrategia, según expresó la DEA en su comunicado, contempla un programa de capacitación y cooperación de varias semanas en un centro de inteligencia ubicado en la frontera. Ahí participarán investigadores mexicanos junto con autoridades estadounidenses, fiscales, funcionarios de defensa y especialistas en inteligencia. El propósito es establecer objetivos comunes, diseñar estrategias coordinadas y reforzar el intercambio de información, se sostiene en el comunicado.