Este martes en Brasil se reanudó en la sede del Supremo Tribunal Federal (STF), en Brasilia, la fase final del juicio contra el expresidente Jair Bolsonaro y su núcleo más cercano de colaboradores en el marco del juicio penal contra ellos por el presunto intento de golpe de Estado posterior a las elecciones de 2022.
En esta nueva instancia judicial, los cinco ministros que integran la Primera Sala comenzaron a dar sus argumentos y a votar sobre la culpabilidad o no de los acusados, y el primero en hacerlo fue Alexandre de Moraes, responsable de conducir toda la investigación.
El magistrado afirmó que todos los delitos alegados por la Fiscalía General de la República fueron probados, se mostró de acuerdo con la acusación y afirmó que los actos golpistas del 8 de enero de 2023 fueron la “conclusión” del plan golpista que la organización criminal había urdido desde 2021.
“Brasil casi volvió a una dictadura que duró 21 años porque una organización criminal formada por un grupo político no supo cómo perder las elecciones”, afirmó el magistrado, y además manifestó no tener dudas de que hubo un intento de quiebre institucional y de que Bolsonaro estaba al frente de la trama. “No cabe duda de que el acusado Jair Messias Bolsonaro se reunió con comandantes de las Fuerzas Armadas, entre otras personas, para abordar la violación de la normalidad constitucional”, expresó Moraes.
Los otros acusados que, según la acusación de la Fiscalía, integraban el núcleo principal del intento golpista son Alexandre Ramagem, exdirector de la Agencia Brasileña de Información y Comunicación; Almir Garnier Santos, excomandante de la Marina; Anderson Torres, exministro de Justicia; el general Augusto Heleno, quien durante el mandato de Bolsonaro se desempeñó como titular de la Administración de Seguridad del Estado; Mauro Cid, exayudante de campo de Bolsonaro y denunciante en el caso por haber dado información a cambio de reducción en su pena; el exministro de Defensa Paulo Sérgio Nogueira, y el general Walter Braga Netto.
El segundo ministro del STF que pronunció sus argumentos este martes y posteriormente votó fue el exministro de Justicia Flávio Dino; concordó con Moraes, argumentó que los crímenes contra la democracia son imprescriptibles y que no pueden ser excarcelados. “No están sujetos a amnistía”, expresó. Posteriormente Dino votó a favor de la condena de Bolsonaro y los demás acusados, pero matizó que “los niveles de culpabilidad son diferentes”, de acuerdo a lo que consignó el portal UOL. Para él, Bolsonaro y el general Braga Netto desempeñaron un papel dominante en la trama y deberían recibir un castigo diferente y mayor al de Heleno, Paulo Sergio y Ramagem, quienes, de acuerdo con su parecer, desempeñaron papeles menos importantes.
En la sesión de este miércoles, el tercer integrante de la Primera Sala que expondrá y votará será Luis Fux, quien se prevé que promoverá la absolución de Bolsonaro y de los otros implicados en la trama golpista. Si eso efectivamente ocurre, la votación quedará 2-1, por lo que el voto de la siguiente ministra del STF, Cármen Lúcia, podría ser decisivo. Si la magistrada entiende que Bolsonaro debe ser condenado, la suerte del expresidente estará echada porque con tres votos de cinco la sentencia será un hecho.
Se estima que el viernes, después de que vote el último integrante de la Primera Sala del STF, Cristiano Zanin, los ministros analizarán todas las ponderaciones que fueran hechas sobre las eventuales condenas y dictarán el tiempo de pena para cada uno de los condenados.