La ausencia del Daniel Olesker del actual equipo de gobierno, es signo de una fuerte voluntad del Presidente Vázquez en cuanto a la orientación económica y social de este su segundo período: hay pasos que no habrán darse para profundizar y desarrollar una verdadera política económica y social en la dirección que el país y nuestro pueblo necesitan.
En cambio, el retorno al llano de Daniel y su incorporación al trabajo del Instituto Cuesta Duarte del PIT-CNT, indudablemente califica el buen trabajo que en general realiza, fundamentando buena parte de las posiciones del movimiento sindical en estos planos de la realidad nacional.
Pero –como todo trabajo y grupo humanos– no está libre de cometer errores que, en todo caso, deberían ser observados y corregidos por la conducción política del PIT-CNT.
En mi modesta opinión, y conforme a lo publicado en el día de hoy jueves por el diario La República, en la presentación de su postura con relación al Presupuesto Quinquenal, en el marco de una fuerte denuncia del incumplimiento de promesas en relación a la Educación y el importante desfinanciamiento del Mensaje del Poder Ejecutivo, se puede estar planteando un error que, entre otras cosas, puede generar una reacción en contrario de una parte no desdeñable de los trabajadores y trabajadoras uruguayas.
Junto a iniciativas importantes (posible utilización de parte de las reservas internacionales, aumentar la tasa de aportes por IRPF a partir de un tope de ingresos muy alto y honorarios profesionales, aumentar la tasa del Impuesto a la Renta de las Actividades Económicas revisando las exoneraciones, IMESI a los productos suntuarios, aumento de la tasa del impuesto al patrimonio y reducción del mínimo no imponible, etcétera) se incluye una que no dejó de sorprenderme, no solamente porque no registro ninguna discusión en la “Central” –al menos no en sus últimos congresos– sino porque creo es indicación de que lo que fue presentado –por lo menos, y ojalá– no fue suficiente y profundamente analizado por los integrantes del Secretariado Ejecutivo.
La no devolución a más de 120 mil trabajadores de una parte de sus aportes al FONASA
Es innegable que el diseño del Sistema Nacional Integrado de Salud del primer gobierno del Frente Amplio, se basa en una estructura de aportes, idéntica al modelo de las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFAP). Igual que en éste modelo, en el SNIS se le puso precio a la solidaridad: un grupo importante de trabajadores de sueldos medios, altos y muy altos, somos “solidarios” hasta determinado monto de sus ingresos, y por encima de él, nos quedamos en nuestros bolsillos con una parte de nuestros aportes mes a mes (AFAPs), o se nos devuelve esa suma de “sobre aportación” legal una vez al año (FONASA).
Lamentablemente, esto que en su momento se denunció cuando se discutía la “reforma de la seguridad social” en 1995, no fue denunciado con la misma potencia por el movimiento sindical cuando la discusión de la “reforma de la salud” en el 2007. (Dicho sea de paso, nada se dijo nada sobre un echo escandaloso: si un trabajador opta por atender su salud en ASSE su aporte mensual no ingresa como ingreso nuevo a ASSE, sino que se descuenta de la llamada Asistencia Financiera por lo que el Presupuesto de ASSE sigue dependiendo del aporte del Estado, además insuficiente). ¿Acaso porque la primera la llevó adelante el Partido Colorado y a la segunda la implementó el Frente Amplio? No tengo la respuesta.
Un cambio negativo en las reglas de juego
A siete años de experiencia de devolución del FONASA, los trabajadores beneficiados de la misma fueron el año pasado unos 120.000 conforme al BPS. Las devoluciones van entre 1.000 y 25.000 pesos la inmensa mayoría, y un número de apenas 7.000 trabajadores y algunos jubilados (de sueldos verdaderamente muy altos: cargos de gobierno y particular confianza, parlamentarios, alta gerencia en algunas empresas públicas y privadas, los llamados GEO, determinados estamentos profesionales, jubilados ex ocupantes de cargos políticos y parlamentarios, algunos retirados de la Caja Militar, etcétera).(1)
Entre estas últimas siete mil personas un ínfimo número puede ser que adhiera a las posturas programáticas de nuestro movimiento sindical (algunos de ellos han sido expulsados de sus gremios recientemente). Pero entre los primeros 120.000 trabajadores hay muchos vinculados al PIT-CNT (Entes y Empresas Públicas, Banca Pública y Privada, Bebida, Conaprole, trabajadores de muchas empresas de la construcción, cargos calificados de la Industria del Medicamento y otros).
Pero ocurre, como saben mejor que yo los compañeros del Cuesta Duarte, que estos mismos trabajadores son los que más aportan por el IRPF: verdadero mazazo mensual en sus bolsillos en uno de los países más caros de la región. Una propuesta como la que se está haciendo solamente puede tener sentido para los siete mil, y aun así debería ser a partir de un tope: por ejemplo, hasta 50.000 se les devuelve, pero por encima de esa cifra se destina a otras inversiones sociales del Estado.
La cabeza y el sombrero: otros lugares de dónde sacar la plata
Asumo como propia, en general y desde mi ignorancia, la postura de la Red de Economistas de Izquierda sobre la política económica y, sobretodo, la política tributaria vigente desde la presencia del FA en el gobierno del país. Algunas de ellas son compartidas por el Instituto Cuesta Duarte: la carga impositiva recae especialmente sobre los ingresos del Trabajo y nada o muy poco sobre los ingresos del Capital.
Naturalmente, no puedo indicarle a los compañeros y compañeras y compañeras ningún otro lugar (del Capital) de dónde obtener los recursos necesarios, que ellos no conozcan. Puedo sí, a vía de ejemplo y por mi vínculo con el Banco de Previsión Social, que dos muy buenos lugares de los ccuales obtener recursos en un sentido verdaderamente redistribuidor de la riqueza: la eliminación de determinadas exoneraciones de aporte patronal al BPS, y la reforma urgente –mal que le pese al Ministro Fernández Huidobro– del régimen de retiros de la Caja Militar.
Tal vez, además de ser más justo, con éstas y las otras medidas propuestas por el PIT-CNT (que sólo podrán acercarse a su movilización con una importante organización y movilización de masas trabajadoras en la calle), los compañeros de la conducción de la “Central” puedan evitar ponerse de sombrero a más de cien mil trabajadores uruguayos que también debe representar.
1 – En el período pasado, cada vez que había que devolver estos aportes del FONASA, compañeros cajeros del BPS se dirigían al Edificio de la Torre Ejecutiva a devolverle al Pepe Mujica: siempre han sido más de 300 mil pesos. Los comentarios, claro, siempre fueron de claro de cualquier cosa menos de alegría o de aprobación. Advierto que este mes se le seguirá devolviendo pues los aportes corresponden al año 2014.