La instalación del tercer nivel de gobierno en Uruguay contribuyó a la profundización democrática y a la participación de las comunidades en aquellos asuntos que les afectan. El proceso de municipalización es un peldaño más, pero no el origen de la descentralización institucional de un Estado históricamente centralista y sectorialista para abordar sus políticas públicas. En ese marco nacional, con un escenario bastante estático y hasta tímido para avanzar en estos temas, aparece nuevamente el departamento de Canelones planteando pasos concretos para seguir acercando la institucionalidad local. Los canarios y las canarias, que ya contaban con el mayor número de municipios en el país por amplia distancia (30), ahora se aprontan a incorporar dos nuevos gobiernos locales: Juanicó y Andaluz. Pero lo interesante no es el dato numérico, sino el proceso que dio lugar a este nuevo hito.
Canelones tiene el 100% de su territorio municipalizado. Dicha característica sólo es compartida con los departamentos de Montevideo y Maldonado en el contexto nacional. El 31 de mayo, en una conferencia de prensa, las autoridades departamentales del gobierno canario anunciaron la remisión a la Junta Departamental de los proyectos para la creación de dos nuevos municipios: Andaluz y Juanicó. Esto es producto de un largo y discutido proceso que no se originó en un escritorio departamental, sino que responde a múltiples demandas locales de vecinos y vecinas de distintas filiaciones políticas.
Sin perjuicio de las nuevas configuraciones territoriales, que también implican acuerdos a nivel de las circunscripciones electorales, cabe señalar que el nuevo municipio de Andaluz absorberá parte del territorio que estaba en la delimitación de Toledo y Suárez. Esa porción del territorio requería un abordaje específico y se delimitó en un proceso de consulta con la comunidad. En el caso de Juanicó, se venía desde hace algunos años planteando a nivel de redes y comisiones comunitarias la necesidad de atender la especificidad territorial de una localidad que se encontraba en una suerte de contexto híbrido entre lo urbano y lo rural.
El proceso, además de esa contemplación inicial a las inquietudes de ambas comunidades, implicó la conformación de comisiones con representación partidaria plural y se apoyó también en relevamientos generados por profesionales de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República. En ese sentido, resultó decisivo el aporte académico para desarrollar los nuevos trazos territoriales sobre la base de una consulta ciudadana que abarcó al 83% de los habitantes involucrados. Para el caso de Juanicó, tomando en cuenta la cercanía con Canelones ciudad, se atendieron requerimientos de las zonas reconocidas como Las Violetas y Villa Guadalupe, procurando respetar unidades territoriales e idiosincrasias que se definieron en múltiples intercambios con redes vecinales y comisiones territoriales.
Los canarios y las canarias, que ya contaban con el mayor número de municipios en el país por amplia distancia (30), ahora se aprontan a incorporar dos nuevos gobiernos locales: Juanicó y Andaluz.
En síntesis, este nuevo movimiento hacia la descentralización política en Canelones presenta una evidencia clara y contundente en la perspectiva de seguir conjugando los gobiernos de cercanía con procesos participativos a nivel de la comunidad. Mucho se discute en relación con las restricciones que la normativa nacional plantea en materia de descentralización y participación, y suelen señalarse las barreras que operan para que los municipios se fortalezcan. Sin embargo, cada departamento puede desarrollar normativa departamental específica, entre otros instrumentos. Canelones opta por eso y, aun con las mismas reglas, mueve la aguja, en un contexto nacional bastante chato en esta materia.
Estas conquistas avanzan, no sin tensiones, como el propio intendente Yamandú Orsi señaló en el anuncio de mayo: “El departamento está totalmente municipalizado, entonces cualquier idea de creación de municipios afecta y repercute en otros. Eso implica articulación, discusión, concesión y negociación permanente. [...] Hay un sentido de pertenencia que aparece atravesando mucho estas discusiones, que son complejas. Hay una razón fundamental identitaria y del sentido de pertenencia que en este caso es indiscutido. También hay otros aspectos, como los servicios y conexiones”. Pero se refuerza la noción de un Canelones que parece haber incorporado el tercer nivel de gobierno como un “traje a medida” para una gestión de cercanía que fortalece la democracia territorial. Es un nuevo mojón de un departamento históricamente marcado por fuertes identidades locales y que desde 2005 desarrolla un mismo enfoque político. Cabe recordar que en su momento, aún sin municipios, definió integrar rápidamente las juntas locales para favorecer ámbitos de participación desde la gestión.
En el cierre del anuncio de la creación de los nuevos gobiernos locales canarios, Orsi señalaba: “En Canelones es necesario que los municipios sean fuertes. Con un municipio instalado en la cercanía y con la camiseta, cambian prioridades, tiempos y recursos”. En lo personal, creo que esta discusión debe ampliarse a otras realidades del país. Es fundamental avanzar con más audacia en estos asuntos, con responsabilidad y criterio. Pero, definitivamente, avanzar en estos temas para que el proceso no se estanque, o aún peor, registre retrocesos en la siempre latente tentación recentralizadora.
Martín Pardo es politólogo con especialización en desarrollo económico territorial, maestrando en desarrollo local y regional.