Durante las semanas previas a las elecciones, en el semanario 20once de Paysandú compartimos algunas proyecciones sobre lo que podía darse el domingo, y que finalmente pasó. Señalamos que, siguiendo la tendencia de elecciones nacionales anteriores, era muy probable un nuevo triunfo del Frente Amplio (FA, y el triunfo del MPP en la interna) así como escenarios abiertos en las internas del Partido Nacional (con más chance para la lista del actual intendente) y el Partido Colorado.
Dentro del FA, el MPP (609) consiguió un amplio triunfo (37%) y su candidato (Juan Gorosterrazú) será el diputado que representará a la izquierda sanducera durante los próximos cinco años. El MPP votó muy bien a nivel nacional, logrando el 40% de los votos del FA. En lo que respecta a Paysandú, no fue una sorpresa, ya que, siguiendo la tendencia histórica (desde 2004 el MPP accede a la banca), el triunfo sería inminente. A nivel local, el MPP tiene una estructura muy organizada y está muy presente a lo largo y ancho del territorio. Si a eso le sumamos el factor emocional (generado por la presencia de Pepe Mujica en lo que posiblemente sea su última campaña electoral), es evidente que ello ha tenido una fuerte incidencia en el electorado frenteamplista en todo el país. En definitiva, Mujica es el líder más popular y de más trayectoria que el FA hoy tiene y su presencia es de gran relevancia, con el agregado de que el expresidente hoy está padeciendo los efectos de un tratamiento que se está realizando debido a una grave enfermedad, lo cual sensibiliza fuertemente a la militancia y votantes frenteamplistas.
Muy lejos quedó la Vertiente Artiguista (11,9%) y más atrás aún el PCU (8,6%). Una vez más, se repite algo que viene dándose desde elecciones atrás en Paysandú: la alta fragmentación interna del FA (en esta instancia presentó 56 listas) y la particularidad de que un alto número de votos (42%) fueron a diversas listas que en su mayoría y por sí mismas no llegan a los 1.000 votos.
En el Partido Nacional se terminó dando una disputa muy interesante y que a priori significaba un desafío para las dos opciones que reúnen el mayor caudal de votos nacionalistas: conocer quién iba a dominar el electorado larrañaguista, que en definitiva es la esencia del PN local. El legado de Jorge Larrañaga Fraga fue disputado por la lista del intendente Nicolás Olivera (51), representada por Fermín Farinha y Jorge Larrañaga Vidal (hijo del extinto ministro del Interior). La lista del intendente corría con fuerte ventaja dada su buena performance en octubre de 2019 y la pasada interna de junio.
Si bien una encuesta de Radar (que circuló una semana antes de la elección) le otorgaba un amplio triunfo en la interna nacionalista a Larrañaga Vidal, parecía muy poco probable que ello ocurriera. Finalmente, la lista 51 obtuvo 55,6% de los votos y muy por detrás quedó la lista 22 de Larrañaga Vidal, con el 36,2%. En definitiva, quien resultó victorioso y consolida su liderazgo dentro del PN local es el intendente Nicolás Olivera.
Larrañaga Fraga fue el líder político más importante que ha tenido Paysandú desde el retorno de la democracia a la fecha, y en gran medida su caudal electoral era lo que estaba en juego. Olivera había abandonado Alianza Nacional, luego del fallecimiento de quien fuera candidato presidencial por el PN en 2004 (lo que generó que los blancos ganaran por única vez en el departamento), y así y todo, su salida finalmente no le significó perder votos a su persona, ya que en la interna de junio logró casi el 50% de los votos. En síntesis, los resultados del domingo consolidaron aún más el liderazgo de Olivera, con el plus de que también resultó electo senador, lo que también lo pone en carrera para continuar avanzando en una posible proyección nacional como dirigente blanco surgido desde el interior.
En Paysandú se mantiene la tendencia que se viene dando desde 2009: el Frente Amplio es la principal fuerza política del departamento (y el MPP lidera dentro del FA). El PN cuenta con dos liderazgos potentes.
En el Partido Colorado se esperaba también un escenario abierto con una competencia muy pareja entre Juan Carlos Carlucho Moreno y Walter Verri. Moreno había acompañado en las internas la candidatura de Robert Silva como presidenciable del PC. La precandidatura de Silva logró su único triunfo en un departamento del país (Paysandú) a partir de que recibió el apoyo del actual diputado colorado. Sin embargo, en los meses siguientes, Moreno abandonó la lista 600 para pasar a ser referente de la lista 25 de Andrés Ojeda.
Por su parte, Walter Verri, quien ya había sido diputado en ocasiones anteriores, se presentó una vez más como candidato a la diputación acompañando la lista 10 que llevó a Pedro Bordaberry al Senado. La lista de Bordaberry fue más votada a nivel nacional que la lista de Ojeda, por lo cual podemos señalar que, al igual que en el caso del FA, el peso del liderazgo nacional terminó influyendo en el resultado de la interna colorada sanducera.
La diferencia fue más exigua que en las demás internas partidarias (Verri 35% y Moreno 31,5%), y el actual subsecretario del Ministerio de Industria volverá al Parlamento para ocupar su banca como representante colorado de Paysandú.
Cabildo Abierto, al igual que en lo nacional, también fue relegado al quinto lugar en Paysandú, ya que Identidad Soberana votó mejor y se quedó con el cuarto puesto. El Partido Independiente y las demás opciones votaron por debajo del 1%.
Podemos concluir entonces que se mantiene la tendencia que se viene dando desde 2009 de forma ininterrumpida: el FA es la principal fuerza política del departamento (y el MPP lidera dentro del FA). El PN cuenta con dos liderazgos potentes, el del actual intendente (que sale aún más fortalecido luego de esta elección) y un candidato joven (Larrañaga Vidal) que ha reunido un caudal de votación muy importante y que ya forma parte de la renovación nacionalista local. Los dos referentes influyeron en la “departamentalización” de la elección. Es decir, los resultados evidencian que los votantes nacionalistas fueron a las urnas para optar por candidatos locales. No así en el caso del FA y el PC, en los que el peso de lo nacional parece haber sido el principal factor en los resultados.
Por último: ¿se puede proyectar el resultado del domingo pensando en la carrera hacia mayo? No. Como ya hemos mencionado en anteriores análisis, mayo suele ser “otro partido”, porque allí sí pesan al 100% las figuras locales. El PN ya tiene candidatos eventualmente muy potentes para aspirar al sillón (con alta probabilidad de reelección de Olivera) y el FA aún no tiene formalmente definidas las candidaturas, pero ninguno de los nombres que se manejan supone un caudal electoral potente ni tampoco liderazgos fuertes. La llave allí seguramente la tendrá el MPP, que es la fuerza dominante dentro del FA local.
Juan Andrés Pardo es politólogo.