Ingresá

Miembros de la Policía Federal Argentina custodian el edificio del Banco Central de Argentina que empezó ayer, lunes 25 de enero de 2010, la semana con dos gobernadores, uno reconocido por el gobierno y otro que se niega a ser destituido.

Foto: EFE, Leo La Valle

Diríjase a mis abogados

1 minuto de lectura
Contenido exclusivo con tu suscripción de pago

La policía impidió a Redrado entrar al Banco Central de Argentina, que ya tiene presidente provisorio.

Contenido no disponible con tu suscripción actual
Exclusivo para suscripción digital de pago
Actualizá tu suscripción para tener acceso ilimitado a todos los contenidos del sitio
Para acceder a todos los contenidos de manera ilimitada
Exclusivo para suscripción digital de pago
Para acceder a todos los contenidos del sitio
Si ya tenés una cuenta
Te queda 1 artículo gratuito
Este es tu último artículo gratuito
Nuestro periodismo depende de vos
Nuestro periodismo depende de vos
Si ya tenés una cuenta
Registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes
Llegaste al límite de artículos gratuitos
Nuestro periodismo depende de vos
Para seguir leyendo ingresá o suscribite
Si ya tenés una cuenta
o registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes

Editar

Cuando Martín Redrado, el presidente del Banco Central argentino destituido por el gobierno, intentó ir a su trabajo el domingo, se encontró con que no lo dejaban entrar. La policía le impidió el paso.

Desde su destitución hubo muchas idas y venidas judiciales, y todo indica que puede haber otras. Primero, una jueza congeló el decreto que lo dejó fuera del cargo. Después, un tribunal federal consideró que las cosas habían cambiado, que se habían recorrido algunas instancias formales pendientes, y le indicó al Poder Ejecutivo qué otros pasos está obligado a dar para nombrar un sucesor de Redrado “con carácter definitivo”, indicó el diario Página 12.

El gobierno y buena parte de la oposición entendieron que esa sentencia da por sentado el alejamiento de Redrado del cargo, pero el funcionario insistió en un comunicado en que no se avaló su destitución y que él sigue en funciones mientras no se cumplan todos los pasos indicados por el tribunal, entre ellos, consultar la opinión al respecto de una comisión legislativa, convocada para hoy. A su entender, “el Congreso tiene la palabra”.

En respuesta, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, declaró: “Martín Redrado no entra más al Banco Central”. Agregó que Redrado “no entendió nada” y que “no se quiere ir porque gana 68.000 pesos (argentinos) por mes”, es decir unos 340.000 pesos uruguayos.

Así fue cómo Redrado se encontró con que la seguridad del Banco Central le impedía entrar al edificio donde supo tener su despacho desde que el presidente argentino era Néstor Kirchner. De inmediato, Redrado denunció lo ocurrido ante la Justicia. El juez Norberto Oyarbide estudia si estos hechos son lo suficientemente graves como para investigarlos pese a la feria judicial, indicó el periódico argentino. Según la denuncia de Redrado, Fernández le ha impedido ejercer sus funciones.

El jefe de Gabinete aseguró que fue el directorio del Banco Central, no el gobierno, quien impidió a Redrado ingresar al edificio. Quien sí pudo entrar fue Miguel Pesce, el vicepresidente de la entidad, a quien el directorio designó como titular interino.

Además de recurrir a la Justicia otra vez, Redrado anunció: “Si hasta hoy me defendí, ahora paso al ataque”. Así lo dijo al diario Clarín, al que aseguró que tiene “la lista de los amigos del poder que compraron dólares”. En respuesta, Fernández lo invitó a “denunciar, si tiene algo para denunciar”. Si no lo tiene, dijo, “lo vamos a denunciar a él por encubridor”.

Este artículo está guardado para leer después en tu lista de lectura
¿Terminaste de leerlo?
Guardaste este artículo como favorito en tu lista de lectura