La campaña de Brasil sufre “manipulación de la información con complicidad de los grandes medios”, “golpismo político” y “calumnias y difamaciones”, denunció Tarso Genro, gobernador electo del estado de Río Grande del Sur y ex ministro de Justicia del gobierno de Lula da Silva. Como una de las figuras más importantes del gobernante Partido de los Trabajadores (PT), Genro trabaja en forma activa en la campaña de la candidata oficialista Dilma Rousseff para la segunda vuelta de las elecciones el 31 de octubre. En un acto junto a Rousseff, Genro acusó al candidato opositor, José Serra, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), de buscar “una elección ilegítima basado en la mentira, la calumnia y la difamación”, informó la cadena O Globo.
Según gran parte de la dirigencia del PT, no se logró un triunfo en la primera vuelta del 3 de octubre porque en internet circularon versiones de que Rousseff estaba a favor del aborto, lo que generó que los sectores religiosos y conservadores se volcaran en su contra.
Para que no vuelva a haber malentendidos, Rousseff firmó el viernes un manifiesto declarando: “Personalmente estoy contra el aborto y defiendo la actual legislación”.
Ahora quien es cuestionado por este tema es Serra. Dos ex alumnas de su esposa -que es profesora de ballet- aseguraron que ella les contó que se practicó un aborto. “Quiero dejar en claro mi indignación por la posición débil de José Serra, que no respeta ni a su mujer. Sí, Mônica Serra se hizo un aborto”, sostuvo en su Facebook la bailarina Sheila Ribeiro, hija de una dirigente del PSDB. “Con todo respeto a mi profesora, quiero revelar que en muchas de nuestras clases tuvimos discusiones sobre el aborto, sobre su aborto”. El diario brasileño Folha de São Paulo confirmó la versión de Ribeiro con otra alumna, que prefirió no identificarse, y explicó que en clase solían preguntarle a su profesora sobre la época de la dictadura, cuando ella y su pareja estuvieron en el exilio, y que en ese marco Mônica contó que había decidido interrumpir un embarazo. “Mônica Serra nunca se hizo un aborto”, aseguró como única respuesta el PSDB ayer en un comunicado.
Además de cruzar acusaciones o utilizar las realizadas por la prensa a su favor, los candidatos reforzaron la importancia de preservar el medio ambiente, en busca del respaldo del Partido Verde, que resultó tercero en la primera vuelta del 3 de octubre con más de 19 millones de votos, 19,3%, frente al 32,6% de Serra y el 46,9% de Rousseff.
Sin embargo, el Partido Verde decidió ayer mantenerse neutral. El anuncio lo realizó la ex candidata presidencial Marina Silva, que se fue del PT hace menos de dos años: “El no haber optado por una alineación en este momento no significa neutralidad en relación con los rumbos de la campaña. Creo que una posición de independencia, reafirmando ideas y propuestas, es la mejor forma de contribuir con el pueblo brasileño”.
Silva criticó la “dualidad destructiva” que mantienen los candidatos para la segunda vuelta y “la agresividad del enfrentamiento para llegar al poder, que sofoca la construcción de una cultura política de paz”. De 92 dirigentes verdes que votaron ayer, sólo cuatro respaldaron la propuesta de apoyar, como partido, a alguno de los candidatos. Los demás prefirieron la independencia. Aun así, los dirigentes son libres de respaldar a unos u otros. Consultada por su voto, Silva prefirió no darlo a conocer: “El voto es secreto”.