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“Con efecto inmediato”

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Sus dichos sobre la guerra llevaron al presidente alemán a renunciar.

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La semana pasada, el presidente alemán, Horst Köhler, realizó una declaración en la que pareció justificar guerras por motivos económicos, cuyas repercusiones incluyeron su decisión de dimitir ayer. Köhler regresaba de una visita a Afganistán cuando acerca de Alemania dijo a la emisora Deutschlandradio Kultur: “[Un país] con esta orientación hacia el comercio exterior, y por ello también dependiente del comercio exterior, también tiene que saber que, en caso de duda y de urgencia, la misión militar es necesaria para salvaguardar nuestros intereses, por ejemplo, las libres vías comerciales [...] impedir grandes inestabilidades regionales, que con seguridad también incidirían negativamente en nuestras posibilidades de comercio, puestos de trabajo e ingresos”. Esto fue citado por la Deutsche Welle, que señaló que ningún otro político de su país había vinculado el despliegue militar con intereses económicos, y que cuando el Parlamento alemán aprobó enviar una misión militar a Afganistán se habló sólo de motivos de seguridad.

Pese a la polémica que causaron sus dichos, nadie se esperaba que Köhler renunciara al cargo. Las expresiones del presidente recibieron una lluvia de críticas, que intentó aplacar diciendo que él en realidad se refería a la lucha contra la piratería en aguas de Somalia.

Ayer Köhler anunció su renuncia “con efecto inmediato” y concluyó su defensa diciendo: “Las críticas han ido hasta el punto de asegurar que yo defiendo intervenciones del ejército que no están cubiertas por la ley. Esas críticas carecen de toda justificación y faltan el debido respeto a mi cargo”.

Si bien el cargo de Köhler es más protocolar que ejecutivo, su dimisión a un año de ser reelecto fue leída como un golpe para la coalición de gobierno -de la Unión Demócrata Cristiana y liberales- que dirige la canciller Angela Merkel y que sufre un desgaste en su popularidad. “Horst Köhler me llamó al mediodía para comunicarme que en dos horas anunciaría su dimisión. Traté de persuadirlo de que no lo hiciera, pero lamentablemente no lo conseguí”, dijo ayer Merkel.

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