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Protesta en Piedra Redonda, El Amaro, durante el paro indefinido convocado en la región de Cajamarca, norte de Perú, contra el proyecto aurífero Conga, el jueves.

Foto: Efe, Paolo Aguilar

Oro pesado

4 minutos de lectura
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La población de Cajamarca, en Perú, se moviliza contra un proyecto minero.

Miles de personas permanecen en lucha en Perú contra la ejecución del proyecto Conga en el departamento de Cajamarca, porque entienden que pone en peligro el abastecimiento de agua y la protección de este recurso natural. Desde el jueves mantienen una huelga regional convocada por las propias autoridades locales.

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Con lemas como “¡Conga va! ¡Conga no va!” y “¡Defendamos las cabeceras de cuenca!” más de 10.000 personas se movilizaron el lunes por las calles del centro de la ciudad de Cajamarca, capital regional, contra el proyecto Conga, gestionado por la minera Yanacocha, que opera en la mina de oro del mismo nombre, la más grande de América del Sur.

En la tarde de ayer, los enfrentamientos entre los pobladores y policías dejaron al menos 30 heridos en diferentes ciudades del departamento de Cajamarca. Fueron cortadas carreteras y se suspendieron algunos vuelos locales. El presidente regional de Cajamarca, Gregorio Santos, dijo a la agencia de noticias Reuters que el enfrentamiento dejó varios heridos, dos de ellos de bala, cuando la Policía forzó el desalojo de los manifestantes.

El proyecto al que se oponen, firmado en 2010, planea extraer 8,9 millones de onzas de oro en un plazo de 19 años, con una inversión de 4.800 millones de dólares para poner el yacimiento en operación.

La consigna de los campesinos y de la población es respaldar la posición de las autoridades regionales, provinciales y comunales de declarar inviable el proyecto porque alegan que sus operaciones afectarían el ecosistema en las partes altas de la ciudad y el abastecimiento de agua, lo que significaría secar cuatro lagunas para acceder al oro, y también al cobre, que se encuentran debajo.

Santos, que respalda las protestas, mostró su disposición a dialogar con el equipo de gobierno sobre la "inviabilidad del proyecto Conga". Acusó a la minera Yanacocha de querer "expandirse de manera irracional" y defendió a los manifestantes unidos a las protestas que han mostrado "una cara transparente" para impedir la probable destrucción del ecosistema, informó la agencia de noticias EFE.

La huelga regional comenzó el jueves, cuando cerraron los comercios y se detuvo la actividad en diferentes ciudades del departamento. Fue convocada por el Frente de Defensa Ambiental de Cajamarca, dirigido por Wilfredo Saavedra Marreros, tras semanas de conflictos, y luego de que se hiciera público el informe "Estudio de impacto ambiental del proyecto Conga", que contradice la versión oficial de la minera Yanacocha. El informe señala que las distintas actividades del proyecto “afectarán tanto la calidad como la disponibilidad del hábitat para la vida acuática". Así, según el informe se verían afectadas las lagunas por lo que habría que crear cuatro reservas.

El ex gerente de Recursos Naturales, Sergio Sánchez, explicó que la empresa Yanacocha no realizó una evaluación de aguas subterráneas; por lo tanto, no se sabe cuál es la magnitud del impacto para las comunidades cuando realicen el trasvase del agua necesario para poner en marcha el proyecto.

El oro derramado

El gobierno argumenta que con las ganancias que deje el proyecto se podrían llevar a cabo políticas sociales que distribuyan esa riqueza. Las declaraciones del presidente peruano, Ollanta Humala, que considera el proyecto necesario para la puesta en marcha de políticas económicas y sociales, aumentaron la tensión entre los polos enfrentados. Humala sostuvo en conferencia de prensa el miércoles 16 que “no aceptará ultimátums de nadie”, y que el gobierno debe “proteger las comunidades y sus recursos naturales pero también las actividades productivas”. Consideró el proyecto Conga como una herramienta para “la gran transformación e inclusión social” prometida por su administración y planteó que desde su gobierno se defiende “el agua y el oro” y no “el agua o el oro”.

Se refería así a las palabras de Juan Manuel Estela Rojas, el presidente de la Federación Subregional de Rondas Campesinas de Jaén -una localidad del departamento de Cajamarca-, que declaró al diario local Panorama cajamarquino: “El problema con el proyecto minero Conga es sumamente grave, es elegir entre agua y oro, porque si optamos por lo segundo se perderán lagunas y bofedales que proporcionan agua para algunas comunidades de Celendín, Hualgayoc y Cajamarca, que en su mayoría se dedican a la agricultura y ganadería, por eso es preferible elegir la primera”.

En su opinión, las grandes empresas transnacionales extractivas llegan al país porque encuentran leyes que juegan a su favor en el aspecto tributario, “socialmente generan conflictos y ambientalmente son irresponsables pues provocan la destrucción de los recursos naturales”.

El vicepresidente de las Rondas Urbanas de Cajamarca, Fernando Chuquilín, acusó a Humala de incumplir las promesas que hizo como candidato. “Ahora que tiene el poder cambia de discurso y eso es sólo digno de un cobarde”, acusó, y reclamó al gobierno que “le haga frente a las transnacionales que llegan a Cajamarca sólo para hacer daño al medio ambiente”, citó el diario El Mercurio, de este departamento.

La mina Yanacocha es la reserva de oro más importante de América del Sur, y la minera que opera allí está constituida en la zona desde 1992. Es capitalizada en un 51,35% por la empresa estadounidense Newmont Mining Corporation, en un 43,65% por la minera Buenaventura, sociedad anónima abierta que opera bajo leyes de Perú, y el resto por Corporación Financiera Internacional, del grupo del Banco Mundial.

En un comunicado oficial del miércoles 23, el vicepresidente de la compañía minera Yanacocha, Carlos Santa Cruz, dijo que su empresa tiene la mayor disposición para dialogar: “Haremos todos los esfuerzos de nuestra parte para solucionar los temas relativos al medio ambiente y despejar todas las incógnitas e incertidumbres sobre este proyecto minero, ése es nuestro compromiso”.

La empresa tiene el visto bueno del gobierno a pesar de las protestas. El ministro de Medio Ambiente, Ricardo Giesecke, dijo al diario El Mercurio: “No hay que olvidar que este proyecto ha pasado por todos sus requisitos legales, en 2010. Y allí ha terminado. Han obtenido su licencia conforme a la legalidad y la normatividad vigente. Por lo tanto, ese proyecto está aprobado”.

Desconforme con la posición del gobierno, el viceministro de Medio Ambiente, José de Echave, renunció ayer a su cargo, según informó el presidente del Consejo de Ministros, Salomón Lerner. En otra reacción contra el proyecto, la principal central sindical del país, la Confederación General de Trabajadores del Perú, convocó a una marcha de protesta para mañana.

Respecto al estudio de impacto ambiental del proyecto minero Conga, elaborado por su ministerio, el ministro Giesecke explicó que no es una revisión y no es vinculante, porque ese tipo de informe no es una labor que le corresponda a su ministerio, ya que según la Ley de Minería, es trabajo del ministro de Energía y Minas.

Giesecke ratificó que el agua tiene una prioridad muy alta para el gobierno y recordó que, en su momento, el jefe de Estado propuso que se encargue a una autoridad autónoma realizar los estudios de impacto ambiental.

Hasta ahora no se ha informado si efectivamente se llevará a cabo otro estudio que analice el impacto del proyecto Conga y si, ante las demandas de los miles de cajamartinos, sería posible reformular el proyecto y llegar a un acuerdo que satisfaga las partes implicadas.

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