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Sergio Coronado

Foto: Nicolás Celaya

Siempre entre dos

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Portavoz de Joly dijo que Sarkozy ubicó a Uruguay como paraíso fiscal por “bruto”.

Sergio Coronado está en campaña, en doble campaña. Primero, por la candidatura a la presidencia de Francia de la ambientalista Eva Joly, de quien es portavoz; segundo, para ser diputado de los franceses que viven en los 33 países de América Latina y el Caribe, en nombre de su partido y del Socialista. Afirmó que la izquierda francesa se alejó de la unidad cuando aceptó que las elecciones legislativas se realicen después de las presidenciales.

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En el marco de una breve visita a Montevideo ayer, Sergio Coronado destacó en dialogo con la diaria que siempre está "entre dos": dos continentes, dos idiomas -es bilingüe-, dos campañas -la de Joly y la suya-, dos partidos -aunque aclara que es ambientalista, no socialista-. Nació chileno, pero la dictadura en ese país y la de Argentina, donde se refugiaron sus padres en un primer momento, hicieron que terminara siendo también francés, naturalizado en 1994, aunque se autodefine como "binacional". Llegó a Francia con 12 años y vivió tres en Colombia, trabajando como politólogo. Ahora, con 42 años, es portavoz y encargado de la comunicación de Joly, la candidata de Europa Ecología-Los Verdes (EELV), que también es francesa naturalizada, nacida en Noruega y casada hace 45 años con un francés.

Coronado explicó que en Francia, "hasta hace poco", nadie le había dicho "sos chileno". Según él, dos cosas cambiaron. Por una parte, fue jefe de campaña de Joly en las internas de EELV, cuando el origen extranjero de la candidata fue "polémico", y ese tipo de crítica lo alcanzó. El otro cambio, a su entender, es de clima ideológico, se hizo notar con la llegada al balotaje presidencial en 2002 del ultraderechista Jean-Marie Le Pen y se expresa en "debates sobre la identidad nacional" impulsados por el derechista presidente saliente, Nicolas Sarkozy. En ese marco, y en de la actual crisis económica, algunos candidatos a la presidencia -con el centrista François Bayrou en primera fila- llaman a "comprar francés". Pero "el tema no es comprar francés", sino "construir un proteccionismo europeo que respete reglas sociales y ambientales", apuntó Coronado. "En un mundo globalizado no se puede prohibir el intercambio con otros países del mundo", en el cual Francia también ha ganado, incluyendo el intercambio entre comunidades, sostuvo, y "ese cuento de que 'yo nací aquí, viví aquí, y voy a crecer y trabajar aquí como mi padre, mi madre y mis abuelos'” ya no tiene vigencia. Para él, la de Joly "es una linda historia de integración, de una persona que finalmente eligió Francia" como país (ver la diaria del 04/01/12).

En otro momento de la entrevista, hablando del derecho a votar que tienen los franceses residentes fuera de su país, dijo que para él, "la ciudadanía también puede ser un sentimiento de pertenencia", y no sólo una cuestión de nacimiento o de residencia.

En bruto

Coronado también habló con la diaria de cuando el presidente francés, tras la cumbre del G 20 en noviembre, mencionó a Uruguay entre los "paraísos fiscales". El ambientalista comentó que "es un bruto" y que "no es la primera vez que hace declaraciones de ese tipo sobre diversos temas".

Para él, esa afirmación muestra un "desconocimiento grave de la situación de un país que ha estado en la actualidad política" y sobre el que han escrito "muchos autores franceses". Argentina, Chile y Uruguay "han existido en el imaginario francés y están presentes por sus comunidades, que han sido activas a nivel político, asociativo y, a veces, cultural". Pero, debido a un repliegue "construido en varias décadas", "el interés de Francia por el mundo ha sido afectado duramente" y hoy es "un poco exótico" en relación con América Latina, que "interesó mucho en los años 60-70, en ese romanticismo revolucionario".

En ese sentido, dijo que hoy en Francia cuesta ver a los ciudadanos latinoamericanos como "sujetos políticos", aunque sus transiciones podrían servir "casi de modelo de estabilidad democrática, de apertura política, de participación". A nivel económico, "lo que ha sido rechazado en estos países aún sigue de moda en Europa: privatizar los servicios públicos y otras soluciones de facilidad y de liberalismo clásico" ante la crisis, señaló.

Irritantes

Coronado es encargado de la estrategia de comunicación de Joly, la tercera personalidad política más irritante para los franceses según una encuesta. Opinó que se debe a que en Francia hay sectores para los cuales "el papel político de la mujer aún es ilegítimo", y que si bien desde los años 70 aumentó la presencia femenina en ministerios, siempre fue en los que se consideran más vinculados con el género, "como los asuntos sociales".

"No hubo candidata a la presidencia que no irritara" en Francia, agregó. La socialista Ségolène Royal ocupó el primer lugar en la encuesta mencionada, aunque en mayo de 2007, en la segunda vuelta de la elección presidencial contra Sarkozy, obtuvo 46,94% de los votos, recordó. Para Coronado el hecho de ver como "irritantes" a las mujeres que buscan la presidencia "es una herencia de la monarquía", asociada "en la mitología política francesa con el género masculino".

Joly no es irritante sólo por ser mujer, además "es una jueza", acotó su portavoz. La candidata ganó notoriedad pública en su tarea de magistrada a cargo de la instrucción de asuntos financieros muy delicados, y supo investigar a personalidades de alto rango en el Estado. Se ganó así una reputación de incorruptible que, en teoría, debería jugar a su favor. Sin embargo, "es bonito cuando la jueza es jueza, pero cuando te dice que se va a ocupar de tus asuntos, uno tiene una relación un poco ambigua con el orden y con ese tipo de personajes", comentó Coronado.

"La derecha y la extrema derecha han atacado mucho" a Joly, que hace diez días recibió una bala por correo, por haber "propuesto que se instauren días feriados para todas las religiones, y no sólo para la católica", ejemplificó.

Coronado también se ocupó de la comunicación del candidato verde de 2001, Noel Mamère, que celebró en 2004 la primera boda homosexual, luego anulada, que le valió tres meses de suspensión en su cargo de alcalde (a esos funcionarios les corresponde en Francia oficiar los casamientos). Pero Mamère no recibió amenazas como las que recibe Joly, destacó.

Verdes

El EELV sabe que no tiene posibilidad de llegar a la segunda vuelta, en la cual, según las encuestas, lo más probable es que compitan Sarkozy y el socialista François Hollande. Según Coronado, eso se debe a la juventud del movimiento ambientalista y a que los comicios presidenciales tienen una “lógica” propia. En las elecciones parlamentarias de la Unión Europea, los ambientalistas tienen más apoyo popular porque el perfil de su partido es muy “europeo” y “transversal”, explicó.

El miedo a que se repita un balotaje entre la derecha y la extrema derecha, como en 2002, también juega en contra del EELV. En Francia existe la idea del “voto útil”, que para Coronado “es un mito muy utilizado por el Partido Socialista”, que “supone un empobrecimiento y hace que la gente esté harta de no tener opciones”.

En ese sentido, destacó que “la izquierda cometió un error”, porque si los socialistas “querían construir realmente un Frente Amplio”, no deberían haber aceptado “la inversión del calendario” establecida por una reforma electoral en 2002, que ubicó las legislativas después de la presidencial. El orden anterior, según Coronado, “implicaba que la izquierda se pusiera de acuerdo para ir a la batalla legislativa con un proyecto común, diciendo 'cada uno tiene su agenda, pero con miras a ser una mayoría de gobierno acordamos esta agenda común'”. La mayoría parlamentaria “debería ser más importante para la izquierda”, que se concentra demasiado en acceder a la presidencia, afirmó, y en varios momentos de la entrevista calificó de “retrógrado” el sistema presidencialista francés, considerándolo una herencia de la monarquía que implica “darle las llaves del país a una sola persona durante cinco años”.

Con el sistema electoral actual, “no siempre se hace campaña para ganar”, sino también para crecer, fortalecer al partido y aumentar su vínculo con la población, aclaró. Para el EELV, participar en la elección presidencial es una oportunidad de presentar un proyecto ante la ciudadanía, para luego participar en una alianza más amplia de la izquierda y los ambientalistas, alegó. Hay un acuerdo entre ambientalistas y socialistas -que en su momento generó un gran debate-, por el cual el EELV apoyará a Hollande si éste pasa a la segunda vuelta, y participará en un eventual gobierno liderado por el PS.

Coronado será candidato a diputado para las legislativas de junio, en las que podrán votar los cerca de dos millones de franceses que no residen en su país. Una reforma constitucional aprobada en 2007 establece que este año, por primera vez, habrá un diputado electo por cada una de las 11 circunscripciones en las que se dividió el resto del mundo, y una de ellas (la segunda) corresponde a América Latina y el Caribe. Él se presenta como candidato “de consenso” de la izquierda y los ambientalistas en ese territorio, que es el de Uruguay y 32 países más.

Sobre la dificultad de lidiar con los intereses no siempre coincidentes de ambientalistas y socialistas, Coronado destacó que “los electores franceses no son tan sectarios” como los dirigentes políticos, y que “un ambientalista no tiene tanto problema en votar a un socialista” o viceversa.

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