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Puente Presidente Ibáñez, que se mantiene bloqueado por habitantes de Aysén, en el sur de Chile, ayer, luego de que en la noche del martes se produjeran nuevos incidentes con la Policía

Foto: Víctor Ruiz Caballero, Efe

Aysén sin salida

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El conflicto en la región chilena de Aysén lleva cinco semanas y el diálogo con el gobierno fracasó.

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“A nosotros nos piden diálogo. Ayer nos llamaron del Ministerio del Interior porque querían reunirse con nosotros, pero imagínate: ¿Cómo vamos a sentarnos a conversar si ellos llegan con el garrote? Nosotros lo encontramos indigno, llegaron 300 refuerzos de Fuerzas Especiales”, dijo uno de los voceros del Movimiento por Aysén, Misael Ruiz, a la televisión chilena, Canal 13. Ese movimiento social surgió hace cinco semanas en reclamo de medidas contra el aislamiento de esa región de la Patagonia chilena.

Ruiz agregó que “los bloqueos van a seguir mientras el gobierno no dé una señal clara de que ellos quieren conversar”. Dijo que “la gente está muy indignada, con mucha rabia”.

En la madrugada de ayer carabineros y vecinos se enfrentaron, sobre todo en la ciudad de Coyhaique, la capital regional. Los disturbios dejaron 12 heridos -entre ellos tres policías-, 20 detenidos y destrozos materiales, informó ayer la Fiscalía. Sobre lo ocurrido esa noche, Ruiz opinó: “Si el gobierno tuviera la voluntad de conversar con nosotros y tener soluciones, ¿por qué tienen que estar trayendo más fuerzas especiales? Claramente el gobierno no quiere conversar, quiere represión, por eso la gente está muy preocupada”.

La Fiscalía aseguró, por su parte, que “una turba de personas destrozó y saqueó varios edificios, entre ellos los de la Municipalidad y de un juzgado, además de tiendas, bancos y farmacias”. Por su parte, los manifestantes aseguran que los carabineros iniciaron las hostilidades; “es la palabra de ellos contra la nuestra”, dijo Ruiz.

El ministro de Energía, Rodrigo Álvarez, que lideró las conversaciones, declaró ayer en Radio Agricultura que el fracaso de las negociaciones se debe a las “expectativas desmedidas” y la “intransigencia” del Movimiento por Aysén e insistió en que el diálogo sólo será posible cuando se desbloqueen los caminos.

El martes, con el diálogo ya suspendido, el gobierno comunicó que trabaja en implementar medidas para la región y que no cierra la puerta al diálogo. “Con ello la gente de Aysén se dará cuenta de que estas conversaciones no fueron en vano”, dijo Rodrigo Hinzpeter, vicepresidente en funciones mientras Sebastián Piñera está de gira por Asia.

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