Ingresá

Miles de personas marcharon el sábado por el centro de Asunción con rollos de papel higiénico para "limpiar" el Congreso de corrupción, tras los escándalos de nepotismo en las instituciones públicas paraguayas publicados por la prensa en las últimas semanas.

Foto: Santi Carneri, Efe

Derecho de admisión

2 minutos de lectura
Contenido exclusivo con tu suscripción de pago

Decenas de comercios cerraron sus puertas a “senarratas”

Contenido no disponible con tu suscripción actual
Exclusivo para suscripción digital de pago
Actualizá tu suscripción para tener acceso ilimitado a todos los contenidos del sitio
Para acceder a todos los contenidos de manera ilimitada
Exclusivo para suscripción digital de pago
Para acceder a todos los contenidos del sitio
Si ya tenés una cuenta
Te queda 1 artículo gratuito
Este es tu último artículo gratuito
Nuestro periodismo depende de vos
Nuestro periodismo depende de vos
Si ya tenés una cuenta
Registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes
Llegaste al límite de artículos gratuitos
Nuestro periodismo depende de vos
Para seguir leyendo ingresá o suscribite
Si ya tenés una cuenta
o registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes

Editar

El jueves a última hora, 23 senadores paraguayos evitaron que la Justicia investigara por corrupción y nepotismo al senador Víctor Bogado, por haber contratado a personas cercanas -incluso a la niñera de sus hijos- como trabajadores del Congreso. Eran necesarios 30 votos a favor del desafuero para que Bogado perdiera su inmunidad y pudiera comparecer en la causa.

La ola de indignación comenzó el viernes, con una manifestación en la que unas 3.000 personas marcharon con rollos de papel higiénico para “limpiar” al Congreso de corruptos. Los asistentes dijeron a la prensa local frases como “venimos a sacar a las ratas de adentro del Congreso”, “si estas cosas se vuelven normales y perdemos la capacidad de indignarnos todo se queda igual”, o “hace falta que la gente salga a la calle”.

También se convocó para mañana una caravana que culminará en la sede del Poder Legislativo. Todas estas iniciativas surgieron en las redes sociales identificadas con el hashtag #15NPY (la primera movilización fue el 15 de noviembre).

Pero no sólo los ciudadanos de a pie expresan su indignación: decenas de establecimientos comerciales se negaron a recibir en sus recintos a los 23 senadores que no acompañaron el desafuero. Restaurantes, shoppings, supermercados, gimnasios, sastrerías, lavanderías, estaciones de servicio -e incluso algunos eventos que se realizaron el fin de semana- se reservaron el “derecho de admisión” para no permitirles el ingreso, como el caso de un circuito de carreras automovilísticas: “En el Circuito Quiindy se prohíbe la entrada a los senarratas”, advertía un cartel que estuvo colgado en su puerta todo el fin de semana. También hubo algunos centros privados de salud que comunicaron su deseo de no atender a esos legisladores, pero aclararon que lo harían sólo por “humanidad”.

El presidente de la Unión de Gremios de la Producción, Ramón Sánchez, fue otro de los que se sumaron al repudio por la actitud “inadmisible” de los senadores “al no desaforar” a Bogado.

Durante el fin de semana también se sucedieron escraches contra “los 23”: el senador Óscar González Daher fue expulsado de una pizzería de la que era cliente desde hacía años; una de las mujeres que supuestamente fue beneficiada por Bogado, Alana Calvo, fue abucheada en un restaurante céntrico y tuvo que retirarse; el propio Bogado y su colega Enrique Bacchetta fueron insultados mientras participaban en un velorio.

Estas reacciones profundizaron la división que se evidenció durante la sesión de la cámara alta, ya que algunos se pronunciaron a favor y otros en contra de mantener la imnunidad a Bogado. Lilian Samaniego, presidenta del Partido Colorado -al que pertenecen tanto Bogado como el primer mandatario Horacio Cartes-, que hace sólo una semana festejaba la “unidad” de la “familia colorada”, fue una de las que sí dieron lugar al desafuero. Ayer aseguró que el “blindaje” a Bogado “afectó innecesariamente” la legitimidad del Senado. También Nicanor Duarte, ex presidente colorado y designado embajador de Paraguay en Argentina, criticó la decisión del cuerpo y aseguró que Bogado “debería haber renunciado a sus fueros”. Además, reconoció que hay “una crisis profunda de la democracia y, en el fondo, una crisis moral de la dirigencia”.

Sin embargo, la mayoría de los senadores se burlan de las medidas de repudio que enfrentan. Uno de ellos, José Manuel Bóbeda, de la Unión Nacional de Ciudadanos Éticos, dijo con ironía: “Imaginate que yo tengo tantas ganas de ir al supermercado siempre y ahora no puedo, tampoco puedo ir al cine”.

¿Tenés algún aporte para hacer?

Valoramos cualquier aporte aclaratorio que quieras realizar sobre el artículo que acabás de leer, podés hacerlo completando este formulario.

Este artículo está guardado para leer después en tu lista de lectura
¿Terminaste de leerlo?
Guardaste este artículo como favorito en tu lista de lectura