Mientras que la congresista de derecha Keiko Fujimori, favorita para ser electa presidenta de Perú en 2016, carga el peso del apellido de su padre, el ex presidente Alberto Fujimori, su colega de izquierda Verónika Mendoza comienza la carrera electoral liviana, incluso en cantidad votos. En cambio, tiene la responsabilidad de representar a una alianza que por primera vez intentará competir por la presidencia.
Mendoza, de 35 años, fue electa congresista en 2011 por el Partido Nacionalista del presidente Ollanta Humala, pero renunció al oficialismo en 2012, cuando fue reprimida una protesta minera que terminó con dos muertos. Las manifestaciones de rechazo a proyectos mineros y de infraestructura han marcado al gobierno de Humala y son uno de los factores que más incidieron en la caída de su popularidad, que hoy se estima en 17%. El presidente fue electo con un discurso nacionalista, pero desde entonces ha sido cuestionado por no exigirles a las empresas a cargo de esos grandes proyectos mayores garantías para los pobladores locales.
Ahora Mendoza integra el Movimiento Sembrar, que forma parte del Frente Amplio (FA), una coalición de partidos de izquierda y organizaciones sociales que se formó en 2012. Fue electa candidata de esta coalición el fin de semana, al vencer (43% a 37%) a su principal rival, el ex sacerdote Marcos Arana. Este dirigente lidera Tierra y Libertad, el único de los partidos del FA que ya cuenta con reconocimiento de la Justicia electoral.
La dirigente es hija de madre francesa y de padre militante de izquierda de Cusco, donde ella nació y se crió. Estudió psicología y antropología en Francia, y de regreso a Perú ingresó en 2007 a la política en el Partido Nacionalista.
Estas elecciones en las que ganó su candidatura fueron las primeras primarias abiertas a todos los ciudadanos que se celebran en Perú, y el FA las presentó como un ejemplo de su propuesta política. “Estamos demostrando que en el FA sí hacemos lo que decimos. Si decimos que la ciudadanía decide, si decimos ‘transparencia’, ‘democracia’, tenemos que aplicarlo en la práctica”, dijo Mendoza al diario El Comercio. “En otros partidos los candidatos son elegidos por el apellido”, había dicho Mendoza, en una probable alusión a Keiko Fujimori, cuyo padre hoy está preso por corrupción y violaciones de los derechos humanos pero todavía tiene seguidores. Los otros probables candidatos a la presidencia también son caras conocidas de la política peruana: los ex presidentes Alan García y Alejandro Toledo, y el ex ministro de Economía de este último Pedro Pablo Kuczynski. Todavía no está definido quién será el candidato del oficialismo.
Según informó El Comercio, Mendoza ronda el 1% de intención de voto, pero podría ampliar su base de votantes no sólo en la campaña sino también si acuerda una alianza con otra coalición cercana a la izquierda, Únete.
El FA ha manifestado que sus acuerdos políticos se establecerán sólo por coincidencias programáticas. En su página web, defiende “una democracia participativa”, el respeto de los recursos naturales y una justicia social “para todas las personas y las culturas, sin discriminación étnica, de credo, procedencia, edad, género, nivel socioeconómico, orientación sexual o de cualquier otro tipo”, en un país en el que han sido muy resistidas iniciativas como la de legalizar el matimonio homosexual.