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Marcos Peña (i) y Ernesto Sanz (d), el domingo, en la sede de Cambiemos, en Buenos Aires. Foto: Juan Mabromata, AFP

Sin Sanz

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La salida de Ernesto Sanz dejó a la UCR confundida y a Macri sin interlocutor.

La primera noticia después de la victoria de Mauricio Macri en las elecciones del domingo fue el alejamiento de Ernesto Sanz. El presidente de la Unión Cívica Radical (UCR) fue uno de los constructores de Cambiemos, la alianza que respaldó a Macri y que amenaza con quedarse en un acuerdo meramente electoral por la ausencia de la UCR y la Coalición Cívica (CC) en el gabinete, y por el rechazo de los radicales a que los tres partidos formen una bancada única en el Congreso.

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En las redes sociales hay todo tipo de lecturas sobre la repentina salida de Sanz, y las teorías conspirativas en 140 caracteres están a la orden del día, en particular las que hablan de acuerdos secretos entre Macri y la presidenta Cristina Fernández. También circulan en Twitter tomaduras de pelo a la UCR, que recuerdan la caída del ex presidente Fernando de la Rúa, por ejemplo: “Sanz y un nuevo récord para el partido radical: ahora renuncian antes de empezar el mandato”.

La versión que brindó el propio Sanz mediante una carta publicada en su cuenta de Facebook es que se retiró de la política para dedicarse a su familia. “Soy, sin duda, el político argentino que acumula más días y noches fuera de su hogar en los últimos años”, dice Sanz en su carta, y luego agrega: “He decidido recuperar el espacio de hombre, que es el espacio de mis amores, de mi lugar en el mundo y también el espacio de sueños de vida que fui postergando mucho -demasiado- tiempo y que ha llegado la hora de concretar”.

Más ingenieros

Mauricio Macri anunció en Facebook y Twitter quién será su canciller: Susana Malcorra, la jefa de gabinete del secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon. El presidente electo destacó que es una persona que “comprende en detalle la agenda internacional que hoy mueve al mundo”. Malcorra es ingeniera en electrónica y antes de entrar en la ONU, en 2004, trabajó durante 25 años en el sector privado, primero en IBM y después en Telecom Argentina, donde llegó a ser directora ejecutiva.

El diario Clarín informó que la futura canciller fue una de las impulsoras en su país del Foro Internacional de Mujeres, que reúne a mujeres líderes y que en Argentina es presidido por Silvia Fesquet, que escribe una columna en el suplemento “Mujer” de ese diario.

La carta tiene varias frases que fueron leídas entre líneas por medios de comunicación y dirigentes políticos. Sanz dice que la UCR tiene “derecho a festejar y a sentirse protagonista de esta hora especial” y que recuperó “la condición de partido de gobierno, que es mucho más que compartir un gabinete”, lo cual ha sido interpretado como una advertencia a Macri, que hasta ahora ha designado sólo a gente de su propio partido, Propuesta Republicana (Pro) para el gobierno, y no a integrantes de la UCR o la CC.

Además, Sanz reivindica el poder territorial de la UCR -sin el cual hubiera sido al menos más difícil la victoria de Macri-: “Allí están los cientos de concejales, legisladores provinciales, intendentes, gobernadores y legisladores nacionales que conforman una fuerza ineludible e indispensable para gobernar la Argentina que viene […]. No hay registro en nuestra historia de haber llegado al poder en una coalición cuya conducción no pertenece a la UCR. Pero al mismo tiempo, cuya fortaleza parlamentaria y territorial sí tiene mucho que ver con la UCR”.

“El nudo del desafío”, agrega Sanz, “no es otro que compartir GESTIÓN y POLÍTICA. No habrá buen gobierno si no se entiende que ambos factores son indisolubles”, continúa la carta. “Gestión” y “política” aparecen destacadas en mayúscula en el texto original. Algunas lecturas indican que Sanz se refiere a que en el discurso del Pro la gestión es vista como un fin en sí mismo, para mejorar el país, pero no como un medio para logros posteriores, y la política se ve casi como un mero acompañamiento, mientras que en la UCR, uno de los partidos más viejos de Argentina, el discurso es exactamente el inverso.

Además, Sanz anunció que no se presentará a la reelección como presidente de la UCR en las elecciones internas del 4 de diciembre, y su gestión como senador de Mendoza termina el 10 de diciembre, día en el que asumirá su banca Julio Cobos, que pertenece a otra ala de la UCR, una que se opuso al acuerdo con el Pro.

Esta inesperada salida sumió a la UCR en la confusión, notoria al comparar las declaraciones de los dirigentes a los medios periodísticos argentinos, usualmente con el pedido de no ser identificados. El diario La Nación informa en base a fuentes que Sanz será de todos modos quien negocie entre el Pro y la UCR la conformación del futuro gobierno; sin embargo, Cobos -uno de los pocos dirigentes que se identificaron al hacer declaraciones ayer- dijo algo distinto a la radio argentina Vorterix: que con la salida de Sanz se pierde la relación “institucional” de la UCR con el resto de Cambiemos y que ahora es necesario “encontrar un interlocutor institucional”. A su vez, Página 12 informa que Cobos es uno de los que se harán cargo de la mediación entre los bloques, al igual que Gerardo Morales, Mario Negri y Ángel Rozas, todos representantes del sector de la UCR que rechazó la alianza con Macri.

Sí hubo coincidencia entre distintos dirigentes de la UCR en que la salida de Sanz no implica de ninguna manera que el partido se distancie de Cambiemos. “Esto es un acuerdo que nos llevó a una discusión partidaria bastante grande, pero tiene el respaldo institucional, que va más allá de un hombre y de la relación de afecto que habían construido Sanz y Macri durante este tiempo”, dijo Cobos. El ex vicepresidente también señaló que ahora es necesario “encontrar la figura” que pueda presidir la UCR después del 4 de diciembre. Aunque no hay definiciones en cuanto a los candidatos, el de Cobos es uno de los nombres que se manejan.

De acuerdo con La Nación, los radicales hablan de Cambiemos como una “coalición de gobierno”. Sin embargo, Página 12 recordó ayer que desde el macrismo el enfoque no era el mismo. “No va a haber un cogobierno; el que gana la primaria gobierna, y el que pierde sugiere”, dijo en marzo Rogerio Frigerio, presidente del Banco Ciudad y probable integrante del minigabinete económico del próximo gobierno argentino. El propio Macri dijo, días después, que no habría una “repartija de cargos”.

Sin cogobierno, podría no haber tampoco una bancada aliada en el futuro Congreso. “Cada bloque mantendrá su propia impronta e independencia”, dijo ayer el secretario general del bloque de diputados de la UCR, Ricardo Buryaile. “Se deberá buscar consensos” en “cada iniciativa” parlamentaria, dijo. El dirigente informó a Télam que hoy se reunirá la bancada de la UCR para “comenzar a delinear cómo será el funcionamiento” de la bancada oficialista y cómo se distribuirán los cargos en comisiones.

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